EL HOMICIDIO OCURRIÓ EL 29 DE DICIEMBRE DEL AÑO PASADO

Presentaron acusación para enjuiciar a los cuatro detenidos por crimen de Beryl Williams

El asesinato de la abuela Beryl Williams, de 86 años, sigue dilatando su resolución; esta semana, la Fiscalía de Puerto Madryn presentó la acusación para llevar a juicio a los cuatro detenidos por su homicidio, cometido a fin del año pasado. Según el Ministerio Público Fiscal, los autores hicieron inteligencia previa, robaron una camioneta y utilizaron guantes; al tiempo que aseguran que las cámaras de seguridad, las intervenciones telefónicas y una lata hallada en la casa de uno de los detenidos son claves en la causa.
De esta manera, los fiscales Daniel Báez y Jorge Bugueño presentaron la acusación para llevar a juicio oral y público a Manuel Colón de 36 años, Mauricio Ramírez de 32 años y los hermanos Rodrigo de 25 y Leandro Ramón de 23, todos oriundos de Trelew, por el “homicidio en ocasión de robo” de Beryl Williams, cometido el pasado 29 de diciembre.
La audiencia de revisión de la prisión preventiva será el martes y luego la jueza Stella Eizmendi deberá resolver si eleva la causa a juicio oral y público como piden los fiscales y el abogado Emilio Galende, quien ejerce la querella de la familia Williams.

La acusación

La noche del 29 de diciembre, según el relato fiscal, los hermanos Leandro y Rodrigo Ramón junto a Manuel Colón ingresaron al domicilio de calle Albarracín 430, en pleno centro de la ciudad de Puerto Madryn, violentando la cerradura de la puerta delantera de la vivienda, mediante la utilización de una “uña” y una patada. En el interior de la casa estaba Beryl Williams, de 86 años de edad, a quien habrían golpeado, atado con precintos y amordazaron. En el lugar habrían estado sólo once minutos, de donde se llevaron dólares, joyas y una lata con dinero en efectivo. Huyeron del lugar dejando a la mujer inmovilizada en el piso y amordazada, lo cual le ocasionó la muerte por asfixia, detalló la acusación presentada por los fiscales.
La investigación estuvo a cargo de los fiscales Daniel Báez y Jorge Bugueño, junto a su equipo de trabajo. Parte de las pruebas se basan en las cámaras de seguridad, que demostraron que los autores del robo que culminó en un homicidio fueron al lugar en una camioneta Ford Ranger gris, donde iban los hermanos Ramón y Colón. Al lugar también fue Mauricio Ramírez, a bordo de su Volkswagen Bora blanco, estacionado a dos cuadras.
La camioneta utilizada en el crimen fue hallada a la vera de la Ruta 25 de Trelew a la mañana siguiente. La habían rociado con combustible y la quisieron prender fuego. Tenía las llantas cambiadas y una placa de dominio falsa. El vehículo había sido robado días antes. Y los investigadores rastrearon un dato clave: una persona de apellido Ramón había vendido las cuatro cubiertas la camioneta robada.
La investigación avanzó y los hermanos Ramón y Colón fueron detenidos a los pocos días del crimen. En el allanamiento al domicilio de Colón, descubrieron, enterrada en el patio, una lata con dinero en su interior, a la cual una de las hijas de la víctima reconoció que era la lata de costura de Beryl, donde guardaba dinero.
Por su parte, Ramírez fue detenido en la localidad de Villa Mercedes, en San Luis, donde se encontraba alojado en la casa de un familiar luego de escapar de la ciudad de Trelew. Cuando allanaron el domicilio descubrieron que había modificado su automóvil: Le había sacado las patentes y estaba pintando con aerosol las llantas y los espejos.

Escucha telefónica

En la causa, los fiscales poseen el contenido de una intervención telefónica que, a su criterio, compromete a los acusados porque los coloca en la escena del crimen a Ramírez y a los hermanos Ramón. Algunos de los fragmentos de la conversación donde se refieren al hecho dicen que “el vago -por Ramírez- tampoco va a poder tirar contra Los Ramones”, y analizan que, según su criterio, “él puede zafar de una forma, que él fue el que los llevó y nada más, que los otros se hagan cargo, viste”. En la conversación agregan que “él está involucrado en un robo no en una muerte” y dicen que “sólo ven el auto”, en relación a las filmaciones de las cámaras de seguridad.
Un dato que llamó la atención fue cuando revisaron los antecedentes. En Trelew fueron procesados por varios casos con el mismo modus operanti: utilizar autos robados a los cuales les cambian las chapas patentes, violencia sobre personas mayores, y el uso de guantes, pasamontañas y equipos de HT, como así también la inteligencia previa sobre los domicilios y personas a atacar.

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