INTEGRADA POR EL MINISTERIO, EL CONICET Y LA AGENCIA I+D+I

Crearon unidad para el tratamiento de la problemática del hambre y la malnutrición

A través de la resolución RESOL-2020-341-APN-MCT y tras un encuentro encabezado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza; la presidenta del CONICET, Ana Franchi; el presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, y el Subsecretario de Coordinación Institucional del MINCyT, Pablo Nuñez, quedó conformada la “UNIDAD CIENCIA y TECNOLOGÍA CONTRA EL HAMBRE”, integrada por los respectivos organismos.

Objetivos y acciones

Esta Unidad tiene como objetivo primordial coordinar acciones para promover la incorporación del conocimiento científico-tecnológico existente a políticas públicas y desarrollos del sector público y privado, relacionadas con el tratamiento de la problemática del hambre y la malnutrición en el país, en virtud de contribuir desde el sistema de ciencia y tecnología al cumplimiento de los objetivos del Plan Argentina contra el Hambre y políticas públicas afines.
Dentro de las acciones llevadas a cabo, se destaca la convocatoria “Ciencia y Tecnología contra el Hambre”, que fue presentada días antes por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en un acto en el Salón Norte de Casa Rosada. La misma apunta a contribuir desde el sector científico-tecnológico a potenciar las acciones públicas que busquen revertir problemáticas como la malnutrición infantil, la emergencia alimentaria y la pobreza en todo el territorio nacional, y cuenta con financiamiento del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) a través de la Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE).
En la reunión, Salvarezza sostuvo que “esta Unidad nos va a permitir encarar una serie de acciones y sumar conocimiento a problemáticas que consideramos muy importantes en el contexto que hoy estamos tratando. Con la convocatoria buscamos fortalecer la integración del conocimiento y de los desarrollos tecnológicos y sociales vinculados a soluciones para el acceso a la alimentación y al agua segura, así como al abordaje de la vulnerabilidad socio-ambiental, a la planificación nacional y local de las acciones comprendidas en el Plan Nacional “Argentina contra el Hambre”.
Por su parte, la presidenta del CONICET aseguró que “estos son los momentos históricos donde la integración de la ciencia y la tecnología tienen como prioridad responder a necesidades sociales urgentes. Cuando es necesario concentrar esfuerzos en un contexto heredado de pobreza, desnutrición y emergencia ambiental”.
“Frente a la crisis que enfrentamos, nuestra respuesta -como hicimos ante el coronavirus- es articular y armonizar nuestras capacidades científicas y tecnológicas y aportar soluciones. Esto demuestra el rol decisivo de los organismos públicos, cuando la sociedad reclama su presencia y el Estado asume el compromiso de no desamparar a ningún argentino. Aquí estamos”, concluyó Franchi.

Multiplicando el impacto

El titular de la Agencia I+D+i, expresó que “cuando los fondos del Estado se destinan a atender una necesidad a través de la coordinación y la aplicación de ciencia y tecnología, el impacto se multiplica. Nuestro gobierno busca impulsar, frente a la crisis que enfrenta nuestra sociedad, una reconstrucción a partir de una regla: cuidar a los argentinos en un sentido amplio. Cuidar la salud, los ingresos, las empresas y las fuentes de trabajo. Y con vocación de hacerlo revirtiendo la exclusión: la prioridad es atender primero a los últimos para asegurarnos de incluir a todos”.
Para finalizar, el subsecretario de Coordinación Institucional del MINCyT hizo hincapié en los objetivos y las modalidades de la convocatoria: “El objetivo es focalizar e integrar las capacidades del sistema científico y tecnológico a políticas públicas enmarcadas en el Plan Nacional Argentina contra el Hambre a través de tres modalidades: tecnología y producción de alimentos, tecnologías para el acceso al agua y saneamiento, y proyectos de investigación y desarrollo orientado. Esto permitirá fortalecer el impacto de la ciencia y la tecnología en articulación con el sector productivo y con la coordinación de las prioridades del Estado Nacional, para contribuir a revertir problemáticas como la malnutrición infantil, la emergencia alimentaria y la pobreza en todo el territorio nacional”. (Fuente: CONICET)

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