FRACASÓ LA NEGOCIACIÓN CON LOS CONGELADORES Y ARRASTRA AL CONFLICTO A TODA LA INDUSTRIA

El SOMU paraliza toda la flota pesquera del país

La intransigencia de la conducción nacional del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de negarse a renegociar los ítems dolarizados de producción, para la pesca de langostino con las cámaras empresariales con flota congeladora, derivó en el fracaso de la audiencia llevada a cabo este viernes.
Más tarde, el SOMU anunció que paralizará desde el lunes a la totalidad de los barcos pesqueros del país de todas las especies, incluso todas aquellas que no están alcanzadas por el conflicto, lo que promete afectar a miles de trabajadores pesqueros, portuarios, de la estiba y de plantas procesadoras.
El gremio de la marinería negociaba con CAPIP y CAPECA una readecuación de los valores dolarizados de producción de los barcos congeladores que pescan langostino, y que no salieron a aguas nacionales por considerar inviable la actual ecuación, en el contexto internacional de baja abrupta de precios y el derrumbe fenomenal de la demanda de langostino ante la pandemia de Covid-19.
Las empresas pesqueras enroladas en CAPIP y CAPECA, además de las independientes como Conarpesa, ofrecieron abonar salarios similares a los pagados en 2019, esto es alrededor de 200.000 pesos brutos por marea de 12 días, y que en determinados barcos han llegado a liquidarse salarios mensuales por 500.000 pesos durante la anterior temporada para un marinero; pero el sindicato no aceptó.

Marineros divididos

No todos los trabajadores de la marinería comulgan con la intransigente posición del SOMU, y algunos están dispuestos a salir a pescar y no seguir perdiendo semanas de capturas de langostino. Cuando más se pesca, más cobran, y los días parados les afecta directamente al bolsillo de los propios marineros.
Dos mareas son las que al menos ya dan por perdidas los marineros de los buques congeladores tangoneros ante la dilación en el conflicto, que les impide estar pescando en aguas nacionales.
En las últimas horas trascendió una carta que un grupo de marinero hizo llegar a la conducción sindical exponiendo su punto de vista ante esta situación; comparten que nadie quiere ganar menos, pero advierten sobre los perjuicios que les provocará perder la temporada, al tiempo que reprochan enfáticamente las prácticas de aprietes y amedrentamientos.
Algunos de estos marineros tuvieron vínculo con anteriores representaciones del SOMU y revistan en empresas independientes, con las cuales han mantenido reuniones la semana pasada y en el comienzo de esta, y ahora piden acelerar un acuerdo para retomar la actividad cuanto antes.

“No somos carneros”

“La mayoría de los marineros de los tangoneros queremos trabajar, no queremos regalar nuestro trabajo, no somos carneros, no nos arrastramos con la patronal, pero culpa de las políticas pesqueras cada vez trabajamos menos tiempo y debemos aprovechar la temporada”, expresaron al dar a conocer su postura.
Les dicen a las autoridades del gremio que “no tenemos otro ingreso que el de nuestro laburo, no cobramos como ustedes por estar en casa, ni como los empresarios aunque no pesquen los barcos, y si bien alguno de nosotros mojó algo en el norte, muchos compañeros no navegan desde octubre”, esgrimen en una carta que un grupo de marineros le enviaron a la conducción sindical fijando su posición de que quieren a salir a trabajar cuanto antes.

“No pescar es perder más”

Esos marineros les manifestaron también a sus representantes sindicales: «Paren de pedir paciencia. Paciencia tenemos mucha, pero plata muy poca, este aguinaldo que cobramos ayer es una mierda y si las empresas siguen sin salir ya no tenemos qué vender. Todos ayudamos a algún familiar y en este momento, más todavía, ya que nadie tiene laburo», exponen sobre la delicada situación de muchas familias de la marinería.
No obstante, le aclaran a los actuales referentes sindicales que “no nos queremos arrastrar con las patronales, ellos siempre salen ganando, nunca pierden, tienen tanta que pueden estar este año sin pescar. Vemos que hay problemas en todo el mundo, en todo el país, desde que arrancó este virus sabíamos que algo íbamos a perder; negociemos para que sea lo mínimo posible, pero no pescar es perder más que cualquier cosa”, sostienen al mostrar sus diferencias con la cerrada posición del gremio.

En veredas diferentes

Además, admitieron que la conducción anterior en referencia a la de Omar “Caballo” Suárez, “no fue la mejor, pero nunca nos hizo perder días de pesca, y siempre sacaba algo más cuando se podía y cuando no se podía, no. Con ustedes hace dos años perdimos una semana por 1.000 pesos al básico, eso lo pescamos en 10 minutos. Los compañeros de Rawson perdieron un mes de trabajo en noviembre de 2018 y ahora nosotros perdimos de ir a pescar al norte y un montón de días en Nación. Basta. Arreglemos y salgamos a pescar. Vamos a necesitar dos años para recuperar lo que estamos perdiendo”, enrostraron a la cúpula que lidera Durdos.
“La mayoría de nosotros quiere salir a pescar, saquémosles a las empresas algo más, siempre se guardan algo, pero salgamos a pescar ya. Sabemos que desde que firmemos vamos a tardar en salir, por lo que ya perdimos dos mareas”, alertaron.
Finalmente, no dejaron pasar por alto las intimidaciones a las que dicen ser objeto. “No nos gusta que nos amenacen cada vez que se enteran que hablamos con las empresas, somos grandes, tenemos familia y decidimos por nosotros mismos”, aseguran.

Malestar en otras flotas

El anuncio del SOMU de que paralizarán a todas las flotas y a todos los barcos pesqueros del país, que nada tienen que ver con el conflicto de los congeladores causó malestar en las tripulaciones, y en toda la rueda de la pesca, porque esa medida afectará a estibadores, transportistas y hasta dejará desabastecida las plantas de procesamiento en tierra.
Un conflicto por salarios brutos mensuales que rondan los $500.000 amenaza con dejar sin ingresos y afectar fuertemente a todos los sectores de la industria pesquera que está trabajando con normalidad. Durante el fin de semana el Ministerio de Trabajo de la Nación podría dictar la conciliación obligatoria para evitar que el SOMU ponga en peligro la paz social en las principales ciudades portuarias del país.

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