Las medidas de mitigación contra la expansión del coronavirus, especialmente las reglas de distanciamiento social y la cuarentena, empujaron a muchos trabajadores y trabajadoras a realizar sus tareas habituales desde sus casas. El uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) posibilitó, a empresas e instituciones públicas, realizar prácticas laborales a distancia que permitieron continuar con su funcionamiento.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, esas prácticas se realizan en ámbitos que no tienen las condiciones adecuadas de iluminación lo que puede afectar el rendimiento y la condición física de los trabajadores.
Esta situación motivó a un grupo de investigadores del CONICET en el Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE-CONICET) a elaborar un documento con algunas pautas a tener en cuenta para cuidar la salud visual a la hora de realizar las actividades desde el hogar.
“En nuestro grupo de trabajo realizamos investigaciones en las que indagamos la relación entre la iluminación en puestos de trabajo y el rendimiento y bienestar del usuario, en particular para definir indicadores que permitan luego incorporarse en nuevas regulaciones. Consideramos que es importante, en la situación actual, transmitir estos estudios para beneficio de las personas que tienen que realizar teletrabajo desde casa”, explica Andrea Pattini, investigadora principal del CONICET y Directora del INAHE.

Recomendaciones

El documento contiene conceptos teóricos y recomendaciones prácticas sobre iluminación, desde el punto de vista ergonómico, para que las actividades puedan desarrollarse de manera eficaz y eficiente sin afectar el confort visual: cantidad y distribución de luz, iluminación natural, modelado y sombras, posturas de trabajo, efectos biológicos de la luz y organización del trabajo.
Las 10 recomendaciones de ergonomía visual para mejorar el trabajo con pantallas del trabajo se pueden resumir en:
– Utilizar suficiente iluminación, evitando contrastes altos en el campo visual.
– Tener una ventana en el lugar de trabajo: Aporta luz natural y permite un contacto con el exterior.
– La distancia a la pantalla debe ser entre 50 y 70 cm, y debe estar a la altura de los ojos. Si el monitor es menor a 15 pulgadas, procurar un monitor externo.
– Contar con elementos agradables o afectivos en la decoración que inviten a mirarlos, variando el enfoque para evitar la fatiga visual.
– Determinar un puesto fijo de trabajo en el hogar, procurando una postura correcta en el mismo.
– Levantarse a menudo, si es posible cada 30 minutos. Ninguna postura es buena si se sostiene en el tiempo
– Seguir la regla 20-20-20: Cada 20 minutos apartar la mirada del monitor o pantalla durante 20 segundos, enfocando a 20 pies de distancia (6 metros).
– Evitar reflejos en la pantalla, puesto que afectan al contraste entre texto y fondo
– Prevenir el deslumbramiento: Posicionar la pantalla perpendicular a la ventana y evitar la visión directa de fuentes de iluminación artificial
– Parpadear con frecuencia y tomar agua.
– Evitar la exposición a luz azul en la noche, afecta al normal desarrollo del ciclo sueño-vigilia

Sumado a esto, el Instituto se encuentra trabajando en la relación entre el entorno luminoso laboral, los hábitos de uso de pantallas de visualización, y sus efectos visuales y no visuales en trabajadores. El estudio es llevado adelante por la becaria doctoral, Laura Piedrahita, y dirigido por el Dr. Roberto Rodríguez.
En el marco de este trabajo denominado “Efectos visuales y no visuales de la luz. Monitoreo, prevención y remediación de factores de riesgo de Síndrome Visual Informático y de la Supresión Aguda de Melatonina en Trabajadores de Oficina”, se está llevando a cabo un relevamiento nacional de Síndrome Visual Informático al cual puede accederse desde aquí.
Para acceder al documento completo del CONICET, ir a https://www.mendoza.conicet.gov.ar/portal/upload/ergonomia-visual-en-el-marco-del-teletrabajo.pdf ) Fuente: CONICET)