MISTERIOS DEL UNIVERSO

La nube radiactiva que recorrió Europa en 2017

Una misteriosa nube radiactiva con rutenio-106, que se desplazó por Europa en el otoño de 2017, sigue intrigando a las entidades europeas de protección contra la radiación y ningún gobierno hasta ahora se hizo cargo. Aunque las concentraciones de actividad en la nube radiactiva eran inocuas, alcanzaron hasta 100 veces los niveles de lo que se había detectado en Europa tras el accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi en 2011.
Unos investigadores de la Universidad Leibniz de Hanover y la Universidad de Münster (ambas en Alemania) descubrieron que la nube radiactiva no se originó de fuentes militares, sino en actividades nucleares civiles. Por lo tanto, la liberación accidental de rutenio-106 (radiactivo) y otro material de una planta de reprocesamiento de combustibles nucleares es el escenario más plausible para explicar el escape de otoño de 2017.
Los autores del estudio realizaron su análisis recurriendo a cuantificar la presencia, en filtros de aire, de isótopos estables de rutenio que fueron liberados con el rutenio radiactivo.
Dado el carácter detectivesco de bastantes de las facetas del estudio, el equipo tuvo que abandonar los enfoques científicos convencionales: “Normalmente medimos los isótopos de rutenio para estudiar la historia de la formación de la Tierra”, advierte el profesor Thorsten Kleine de la Universidad de Münster, añadiendo que los métodos desarrollados originalmente para abordar las cuestiones de investigación típicas en la planetología resultaron fundamentales para resolver este misterio. El hecho de que el rutenio aerotransportado derivado de las actividades nucleares se produjera en cantidades minúsculas y se diluyera con el rutenio natural estable supuso un reto importante.
Mediante la separación química limpia de las fracciones de rutenio presentes en los filtros de aire y las subsiguientes mediciones de alta precisión por medio de la espectrometría de masas, los investigadores determinaron la proporción de rutenio estable de la fuente nuclear. Las proporciones isotópicas de rutenio encontradas en los filtros concuerdan con las de la firma de una fuente civil, en particular la firma del combustible nuclear gastado de una planta de energía nuclear. Se pueden descartar las actividades militares, como por ejemplo la producción de plutonio apto para armas.
Además, las mediciones de alta precisión permitieron a los investigadores llegar a más conclusiones. La firma isotópica descubierta en los filtros de aire no muestra similitudes con la de los combustibles nucleares de los reactores occidentales convencionales de agua a presión o en ebullición. En cambio, encaja con la firma isotópica de un tipo específico de reactores de agua presurizada rusos, de la serie VVER. “En todo el mundo, aproximadamente 20 reactores de este tipo de VVER están actualmente en funcionamiento”, especifica el profesor Georg Steinhauser de la Universidad Leibniz de Hannover. (Fuente: NCYT Amazings)

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