Se fumaron al Gauchito

Por el faltante de cigarrillos en medio de la pandemia del coronavirus, algunos “fieles” y no tanto, en distintos puntos del país, decidieron ir a los santuarios del “Gauchito Gil” para llevarse los “puchos” que suelen dejarle a modo de ofrenda. Es que, desde el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio determinado por el Gobierno Nacional, las fábricas manufactureras de tabaco dejaron de producir y no fue un insumo considerado dentro de los esenciales. Eso derivó, luego de casi un mes y medio de cuarentena, en un desabastecimiento casi total. Al santo pagano le arrebataron sus ofrendas, en lo que parece que el vicio es más fuerte que la devoción al ladrón que se hizo leyenda.

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