Este miércoles, una vez más el ministro de Seguridad, Federico Massoni evidenció que ha perdido el eje de la labor de su cartera, y a quienes hay que proteger y de qué. Si bien los controles policiales urbanos se han flexibilizado, se han observado intensos controles en las rutas con el consecuente embotellamiento por los interminables interrogatorios a conductores que se movilizan con permisos de circulación emitidos por el mismo Ministerio de Seguridad. Mientras tanto en los barrios de las principales ciudades de Chubut, crece el delito y los maleantes se animan a ingresar a las viviendas con sus ocupantes en ellas. Violencia extrema en los hechos delictivos y uso de armas preocupan a la ciudadanía que observan cómo aumenta el delito mientras Massoni pone todos los esfuerzos en controlar la temperatura de ciudadanos en un territorio donde no hay circulación del virus COVID-19. “La prevención es importante, pero no se puede perder el eje sobre lo urgente”, sostuvo un observador tras pasar 45 minutos en la ruta de acceso norte a Trelew.