EL CASO IRÁ A JUICIO

Morir por una notebook: el brutal crimen de Playa Kaiser

* Por J. Evans

Una brutal paliza y siete puñaladas. El acusado, un amigo de la víctima. Y el móvil del crimen una costosa notebook para videojuegos. El caso va a juicio.
El cuerpo sin vida de Agustín Tesoro, de 18 años, fue encontrado en Playa Kaiser, a pocos kilómetros del centro de Puerto Madryn. La autopsia reveló que el asesinato había sido cometido con saña: recibió una brutal paliza y siete puñaladas. Después fue arrojado a la costa desde un acantilado.
Agustín era fanático de los videojuegos. Su papá le había regalado una computadora “gamer”, valuada en más de 100 mil pesos. Pero el adolescente decidió venderla. Quería tener dinero en efectivo. Y se la dio a su amigo, Joaquín Soto. Ambos compartían la pasión por los juegos online, y Soto iba a arreglar la computara y ponerla en venta.
Pero Agustín se arrepintió. Fue a pedirle que se la devuelva. La noche del 6 de noviembre lo llamó y le dijo que iba a buscar la notebook que le había dejado. Junto a otro amigo, de 16 años, fueron en moto hasta Playa Kaiser.
Hubo una discusión. Y según revelan los acusadores, Soto, un avanzado practicante de artes marciales, lo golpeó brutalmente. Luego le habría asestado siete puñaladas, llevándose la notebook y arrojando a Tesoro por el acantilado. Su cuerpo fue descubierto la mañana siguiente por un corredor.
“Los dos jóvenes fueron las últimas personas que estuvieron junto a la víctima. Cuando fueron entrevistados en calidad de testigos, uno de ellos dijo que le había entregado la notebook a Tesoro. Incluso detalló que le dio una bolsa para que se la lleve. Pero en el allanamiento realizado en su domicilio, la computadora de la víctima estaba escondida debajo de unas maderas”, detalló el fiscal Alex Williams, a cargo del caso.
Los acusados también dijeron que esa noche no habían salido de su casa. Esa versión fue respaldada por sus familiares. No obstante, el registro de la antena de los teléfonos celulares, los ubica junto a la víctima, de madrugada en la zona sur de la ciudad.
De acuerdo a la acusación de Fiscalía, las pruebas son contundentes. Sus zapatillas y ropa tenían sangre de la víctima. El rastro de ADN fue confirmado por los investigadores del CENPAT. Y la computara de Agustín estaba en la casa de uno de ellos, escondida en el patio.
Se pidió que el caso se eleve a juicio. Lo confirmó el abogado Carlos Villada, que patrocina a la familia del joven. Y la acusación es por “homicidio agravado por alevosía”, no solo por las características de la agresión sino porque la víctima también fue trasladada a una zona alejada “para actuar sobre seguro” y en horario de madrugada. La pena que le espera, si es condenado, es prisión perpetua.
El informe del Cuerpo Médico Forense concluye que la víctima sufrió una fuerte golpiza con lesiones traumáticas en rostro y miembro superior, mediante golpes de puños y patadas. Además presentó múltiples lesiones cortantes: heridas defensivas en la mano y siete puñaladas: dos en la región lateral derecha del cuello y cinco en el abdomen. Según pudo reconstruir la investigación, la computadora presentaba ingresos a juegos en su mayoría violentos.

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