En un cambio de estrategia de la defensa, la empresa propietaria del barco pesquero chino “Lu Rong Yuan Yu 668”, que el 28 de abril se había dado a la fuga luego que fuera interceptado por la Prefectura por pescar ilegalmente en aguas argentinas, optó por allanarse y ponerse a disposición de la Justicia Federal.
La firma contrató a un estudio jurídico de Buenos Aires que encabeza el madrynense Roberto Wyn Hughes, y este recomendó que el barco se ponga a derecho y voluntariamente anunció que ingresaría al Golfo Nuevo para que se proceda a la inspección del mismo.
Embarcaciones de la Prefectura Naval se encargaron de realizar la custodia y escolta del pesquero ilegal desde aguas nacionales hasta la rada de Puerto Madryn. No podrá tocar ninguno de los dos muelles, y en ningún caso podrá descender tripulante alguno.
El capitán sería sometido, por estas horas, a una declaración indagatoria, mientras se labran las actuaciones administrativas, y se fija la multa que debe abonar la empresa infractora.
Establecida la sanción y depositada la misma, el barco interdicto sería liberado, y se lo conducirá hasta que salga de las 200 millas.
El “Lu Rong Yuan Yu 668” es un buque pesquero registrado y que navega bajo la bandera de China. Fue construido en 2015 y es operado por la empresa Rongcheng Rongyuan Fishery Co Ltda., que tiene su sede central en Weihai, China.
La compañía opera en el sector pesquero y se estableció el 16 de enero de 2002. Como gran parte de la flota extranjera que faena sobre el borde de las 200 millas de aguas argentinas, tiene base operativa en el puerto de Montevideo; puerto que se ha transformado en los últimos años en uno de los principales centros logísticos de apoyo de las flotas que faenan sin control en el Atlántico sur.