El pasado lunes, un ciudadano identificado como George Floyd murió a manos de un policía tras ser esposado y asfixiado por parte del agente, en un hecho ocurrido en Minneapolis.

El hecho generó masivas movilizaciones, incendios, saqueos y disturbios en la vía pública entre manifestantes y la Policía, arrojando el saldo de un joven manifestante de 19 años que fue baleado en Detroit, y un agente de la Policía de Oakland que también recibió disparos.

Floyd, de 40 años, fue asesinado cuando era detenido bajo la sospecha de haber intentado utilizar un billete falso de 20 dólares en un supermercado. En vídeos registrados por ocasionales transeúntes, se ve a uno de los cuatro agentes que participaron en la detención, y que luego fueron expulsados del cuerpo, sometiendo a Floyd en el suelo, subido sobre él y presionándole con su rodilla en el cuello durante varios minutos: «Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor», se escuchaba a Floyd decir en el video. Momentos después, el hombre perdería la vida.