PRORROGARON EL DEPÓSITO DE LETES HASTA EL 31 DE AGOSTO DE 2020

El Gobierno Nacional postergó pagos de deudas por 9.000 millones de dólares

Desde el Gobierno Nacional han reiterado en varias oportunidades la necesidad de reperfilar los vencimientos de la deuda pública o de modificar las fechas de pago de las mismas. En este contexto, desde la Caja Rosada emitieron un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) a través del cual se resolvió postergar todos los pagos de las amortizaciones de Letes en dólares hasta el 31 de agosto de 2020.
Vale desatacar que esta medida, a través de la cual se difieren unos 9.000 millones de dólares, no alcanzará a personas físicas o a las provincias, aunque sí llegará a personas jurídicas, que representan al 90% de los acreedores. En tanto, los fideicomisos están exceptuados.
Este DNU se suma al proyecto de Ley de Emergencia y Solidaridad, que fue uno de los temas más discutidos de la semana. En tanto, desde el Poder Ejecutivo central afirmaron que “para el Gobierno la agenda de la deuda en dólares debe tener un tratamiento diferente a la deuda en pesos”. Por este motivo, las estrategias para hacer frente a los pasivos, dependiendo la moneda que corresponda, se afrontarán de distinta manera. Además, el decreto firmado en la víspera, reemplaza al DNU de reperfilamiento de la deuda que firmó meses atrás el ex presidente Mauricio Macri

Bonos en pesos

En el caso de las Letes que estén en pesos u otros instrumentos, la decisión de la administración de Alberto Fernández es llamar a subastas, como es el caso del bono Bopomo, que esta semana tiene un vencimiento por 24.500 millones de pesos. Puntualmente, a través de la subasta se buscará el “roll over” de una parte del cupón, aunque el mismo será por un monto significativo.
Además, la oferta del Gobierno es ajustar con tasa Badlar más unos 200/300 puntos básicos. La recepción de ofertas por esta colocación comenzó y finalizó ayer. La suscripción pudo realizarse únicamente en pesos y el precio de colocación fue de 1.000 pesos por cada VN 1.000 pesos.
Con la intención de no perder tiempo, desde la Casa Rosada emitieron un escueto comunicado, a través del cual abrió formalmente el diálogo con los acreedores externos. El mensaje de pocas líneas efectúa un breve diagnóstico de la “profunda recesión registrada en los últimos seis trimestres situación que el mercado comenzó a estimar que se tornaba insostenible para el país”.
Luego de señalar la necesidad de tener un plan sustentable de la deuda, el Gobierno Nacional invitó a que hagan llegar sus propuestas a una casilla de mail que oportunamente indicará el Ministerio de Economía. De esta manera, el Gobierno busca evitar el “lobby” de diferentes bancos o colocadores de deuda y las suspicacias. Con la intención de agilizar el proceso se les pedirá a los interesados que hagan llegar sus propuestas con un resumen ejecutivo.
Respecto a los diferentes instrumentos en dólares bajo las leyes locales, la estrategia se irá conocerá la próxima semana según adelantaron fuentes oficiales. De acuerdo a cálculos preliminares el total de vencimientos para el 2020 ronda los 50.000 millones de dólares. El Gobierno ya comenzó a definir la postergación al menos de unos 9.000 millones de dólares.

Crecimiento de la deuda

En este contexto, vale resaltar que la deuda externa llegó en el tercer trimestre del año a 276.686 millones de dólares y eso implicó un crecimiento de 8,2% al comparar con lo ocurrido durante el mismo período del 2018. Además, el informe del Balance de Pagos publicado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) mostró una fuerte reducción del rojo de la cuenta corriente externa en su versión devengada.
Particularmente, si bien continuó en negativo, se achicó mucho y fue de sólo 1.052 millones de dólares, de la mano con la megadevaluación, que generó un derrumbe en el consumo y en la inversión, lo que forzó a las importaciones de bienes a acompañar ese desempeño con una caída importante.

Intereses que afrontar

Al respecto, el director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, señaló que, teniendo en cuenta que en el rojo de cuenta corriente publicado por el INDEC están también los intereses de la deuda, una estimación para los privados arroja que los números externos ya les dan superávit.
El pasivo externo bajó 0,5% respecto de los 255.490 millones de dólares de diciembre del 2018, lo que equivalió a una reducción nominal de 1.241 millones de dólares en el año. En cambio, en la comparación interanual con el tercer trimestre del año anterior, se ve que la deuda creció en 21.196 millones de dólares. En la comparación con el segundo trimestre del año, en septiembre la deuda se achicó en 6.343 millones de dólares, lo que significó una reducción del 2,2% entre ambos períodos.
Con relación al segundo trimestre, la baja se debió a la reducción de la deuda del Gobierno general por 4.041 millones de dólares y de los otros sectores en 1.184 millones de dólares. También se redujo la deuda del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en 792 millones de dólares, de las sociedades captadoras de depósitos por 167 millones de dólares y de otras sociedades financieras por 159 millones de dólares.
En el tercer trimestre, el 62% de la deuda correspondió al Gobierno, 26% a sociedades no financieras, hogares e instituciones sin fines de lucro, 8% al BCRA, 2% a las sociedades captadoras de depósitos y el 1% a otras sociedades financieras.

Reperfilamiento chubutense

Nación no es la única que debe reperfilar sus vencimientos de deuda para poder hacer frente a sus compromisos. Puntualmente, Chubut se encuentra en una situación similar o, de hecho, peor. Días atrás el ministro de Economía y Crédito Público de la Provincia, Oscar Antonena, remarcó que Chubut está obligada a “renegociar o reperfilar la deuda en los próximos dos meses”, haciendo referencia a los títulos colocados en dólares y garantizados por regalías petroleras en 2016.
Puntualmente, se trata de unos 700 millones de dólares en total que la Provincia tiene que renegociar o reperfilar en los próximos dos meses “para paliar la situación financiera que es angustiante”, afirmó el ministro de Economía y Crédito Público, en la previa al acto de asunción de Arcioni en la Legislatura.
Asimismo, Antonena negó que esta situación responda a un “default” o cese de pagos, sino que estaríamos ante “una propuesta para los tenedores de bonos con el objetivo de obtener mejoras en el tiempo, plazos de pago y tasas de interés que nos permita mejorar el perfil de ingresos”.

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