ESTIMAN QUE LA INFLACIÓN PODRÍA SUPERAR EL 55 POR CIENTO EN 2019

Aumenta el pan, carne, naftas, celulares y la medicina prepaga

A partir de noviembre, el Gobierno nacional autorizó una serie de aumentos que van desde alimentos de la canasta básicas familiar, la medicina prepaga y los servicios.
Desde el viernes rige un aumento del 5% en precios de las naftas y gasoil, ante el reclamo de las empresas petroleras de poner fin al congelamiento de precios que tenían vigencia hasta el 13 de noviembre.
Además, aumentan el precio de los alimentos. En los próximos días el kilo de pan tendría una suba del 30% debido a que la bolsa de harina pasó de $1.000 a $1.300. El precio de la carne también se incrementaría casi 18%.
Cabe mencionar que esta semana se terminó el acuerdo de Precios Esenciales, con alimentos básicos cuyos precios estuvieron congelados durante seis meses. Ahora una parte pasará a formar parte del listado de 529 artículos del programa Precios Cuidados, pero con una suba promedio del 13%.
Por otro lado, también aumentan los servicios. También las empresas de telefonía móvil aplicarán subas en los precios de sus planes. En el caso de Movistar, la compañía retocará los precios a partir del 2 de noviembre para planes pospagos, con un aumento de más de 22%, y 15 de noviembre para planes prepagos con un incremento del 11%.
Por su parte, la empresa Personal incrementará sus planes pospagos desde el 18 de noviembre y prepagos desde el 15 de noviembre en un 17,7% en promedio.
Por último, la medicina prepaga aumentará un 12%. Se trata del octavo aumento del año: 5% en febrero; 7,5% en mayo y luego otro 17,5% que fue escalonado en julio (6%), agosto (6%) y septiembre (6%). Los últimos fueron de 4% en octubre y 4% en noviembre.

Se descongeló antes

Si bien el congelamiento de los combustibles todavía no finalizó, desde el Gobierno Nacional comenzaron a desarrollar algunas libertades para las compañías del sector y autorizando a aumentos, en el afán de que cuando se liberen los precios no haya un salto tan considerable. Puntualmente, desde la Casa Rosada se resolvió otorgar un aumento del 5% a las naftas y el gasoil.
En un contexto inflacionario y donde los precios parecen no tener detención, esta noticia no resulta muy positiva para los números que se alcanzarán en los próximos períodos. Este incremento de los combustibles se suma también a una serie de productos que entre noviembre y diciembre también tendrán ajuste en sus precios.
Como consecuencia de todo esto, se espera que el piso de la inflación mensual previsto para el último bimestre de 2019 se situará en torno al 4% por cada mes, mientras que los cálculos más pesimistas aseguran que el mínimo de inflación que tendremos en noviembre y en diciembre será de 7% en cada uno de ellos.

Efectos inflacionario

Lo que sucede es que el descongelamiento para las petroleras también vino acompañado de subas en otros bienes que son considerados esenciales en la dieta de los argentinos. Específicamente, la harina se incrementará en un 15%, mientras que las carnes tendrán una variación positiva del 18%. A todo esto, hay que sumar que la culminación del programa productos esenciales implicó un incremento promedio de 13% para otros artículos de la canasta básica.
Por su parte, también hubo una autorización a las prepagas para incrementar en 12% sus boletas a partir de diciembre y hay expectativa de una reimplementación del IVA a los bienes sobre los que se eliminó ese impuesto tras las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) para evitar un mayor conflicto con las provincias.

Proyecciones

Al respecto, la consultora Delphos emitió un comunicado en el que afirmó que “noviembre no parece comenzar bien en esta materia con anuncios de subas de energía, prepagas, precios cuidados, naftas y pan, entre otros. Nuestro escenario base estimaba un nivel inflacionario de 7% para el mes que comienza”. Al mismo tiempo, esperan que la proyección de diciembre se sitúe en la misma cifra.
El congelamiento dispuesto por 90 días fue una medida del Gobierno para evitar un salto inflacionario mayor luego de la devaluación que siguió a las elecciones primarias, que incluyó un regreso al “barril criollo”, hoy en 49 pesos, y a partir de ahora en 51,77 pesos. En ese marco, Energía ya había habilitado un alza del 4% para las naftas el 19 de septiembre pasado.

Otros incrementos

Por su parte, la harina subió 15% esta semana y amenaza con trasladarse a una disparada del 30% en el kilo de pan, mientras que la carne en el mostrador podría llegar con incrementos del 18% desde el fin de semana. Al mismo tiempo, culminó el programa de “productos esenciales”, el cual se incorporará a Precios Cuidados con un salto promedio del 13%.
Por otro lado, el apretado margen fiscal que heredará el próximo Gobierno, sumado al frente judicial abierto por las provincias por la eliminación del IVA en una serie de artículos de la canasta básica podría llevar a un nuevo ajuste en ese grupo de productos, una vez que asuma Alberto Fernández.

Caída del empleo asalariado

En este contexto, también resulta importante destacar que el empleo asalariado registrado del sector privado aceleró el ritmo de su caída en agosto producto del recrudecimiento de la crisis generado por el estallido de la corrida y se sostuvo en los niveles más bajos desde 2012.
Según los datos del SIPA, que presentó esta semana el Ministerio de Producción de la Nación, la cantidad de personas contratadas bajo esta modalidad laboral, habitualmente asociada al trabajo de calidad, se hundió 2,3% interanual, lo que implicó la expulsión de 140.400 trabajadores en los doce meses previos.
Pese a que el impacto de la devaluación en la economía real se plasmará con mayor fuerza en las siguientes mediciones, los números de agosto evidenciaron la profundización de los problemas de empleo. Mientras que en julio el trabajo asalariado privado caía al 2,1% interanual y se mantenía estable en términos mensuales, en el octavo mes se hundió 2,3% interanual y cayó 0,1% mensual sin estacionalidad.

Inflación en la Patagonia

Vale recordar que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, último dato oficial disponible, fue del 5,3% para la región patagónica, apenas por debajo del 5,9% que promedió en todo el país. Ese indicador muestra que en un año, es decir de septiembre 2018 al mismo mes de 2019, la región totalizó 55% de inflación, superando así la media nacional anual, que se ubicó en el 53,5%.
En el contexto nacional, el 5,9% registrado a nivel país fue el indicador más alto del año.
Si se considera sólo el IPC de septiembre, el rubro que menos incremento tuvo en ese período es el de Educación, que en Patagonia registró 1,5% de aumento, siendo igualmente este registro el más alto del país, por encima de las otras regiones, que oscilaron el 1% o menos, salvo Noroeste, que se ubicó en el 1,4%. Por el contrario, el mayor incremento en la región durante septiembre se da en los rubros ‘Bienes y servicios’ y ‘Salud’, con el 8,7 y 7,2%, respectivamente.

Precarización laboral

Esta caída mensual de 6.500 empleos asalariados de los sectores público y privado fue compensada por la inscripción de 16.200 cuentapropistas, de los cuales 14.600 fueron monotributistas sociales con programas de Desarrollo Social. Por eso, la cantidad de trabajadores registrados total creció 0,1% sin estacionalidad contra julio, aunque cayó 1% respecto de agosto de 2018, un mes en el que la crisis económica ya se había trasladado al mundo laboral.
Este proceso de precarización de las condiciones laborales fue una tendencia sostenida, en términos generales, durante los últimos cuatro años. Tanto es así que para encontrar menos asalariados registrados que los 6.072.500 de agosto pasado, hay que remontarse a abril de 2014, cuando impactó la devaluación realizada a principios de aquel año, o a agosto de 2012.

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