ESPECIALISTAS BUSCAN QUE LA LEGISLACIÓN PERMITA EL AUTOCULTIVO Y QUE HAYA MÁS INFORMACIÓN

Advierten consecuencias del vacío legal en la reglamentación de cannabis medicinal

Dos profesionales y referentes de la Asociación para Usuarios de Cannabis Medicinal (APUCAM), el abogado David Rojkin y el ingeniero químico Ignacio Hernández, analizaron la actualidad tanto legal como práctica del uso de dicho la planta, no sólo en calidad de aceite sino en sus otras variantes.
Al mismo tiempo, recordaron la importancia de tener en cuenta que se trata de un acompañante paliativo para quienes padecen distintas patologías o dolencias, y el hecho de que es importante que cada paciente que utilice el cannabis medicinal lo haga con el acompañamiento de un profesional de la salud, más aún si este último le ha recetado determinados medicamentos para tratar alguna afección.
A su vez, se refirieron a los peligros que los propios vacíos legales de la reglamentación nacional arrojan, como lo es el mercado paralelo de venta de cannabis medicinal, donde incluso, en una ocasión reciente, a una persona le vendieron “aceite de oliva aromatizado con menta”, según explicó uno de los especialistas.
La entidad busca acercar información a los usuarios y a los interesados en conocer más sobre el cannabis medicinal, para cuyo abordaje, en el caso de Puerto Madryn, se creó recientemente el Consejo Consultivo de Cannabis Medicinal, algo que fue considerado como un acierto por parte de uno de los referentes de la Asociación, surgida en Santa Fe.
A su vez, a raíz de la Ordenanza local que creó el Consejo Consultivo de Cannabis Municipal, el pasado domingo se realizó, en las instalaciones del Bingo Municipal, una charla a cargo del grupo de trabajo local integrado por representantes de Reset Asociación Civil de Políticas de Drogas y Derechos Humanos, madres de niños niñas y adolescentes que utilizan el cannabis como medicina, y científicos del Conicet.

Vacíos legales y acceso limitado

Al respecto, el abogado David Rojkin sostuvo que “nosotros tenemos, a nivel nacional, la Ley Nacional de Cannabis Medicinal, sancionada en 2017; el organismo de aplicación de la misma es el Ministerio de Salud, que desde hace un tiempo se convirtió en Secretaría, y la misma (por la normativa) presenta toda una serie de falencias y de vacíos legales que habría que analizar, principalmente, desde el punto de vista de que el acceso es muy limitado”, explicando que “sólo se permite adquirir el aceite a personas que padecen de epilepsia refractaria; incluso estos mismos requieren de un trámite burocrático demasiado engorroso”.

A favor de los consejos consultivos

Al mismo tiempo, se refirió al Consejo Consultivo de Cannabis, creado a nivel municipal recientemente, y precisó que “es propio de la Ley, específicamente de Chubut, y este es un punto a tener muy en cuenta ya que al igual que en Santa Fe, donde yo estoy radicado, en ambos casos la Ley prevé la creación de este Consejo, que en mi opinión personal, es muy provechoso porque permite conectar al Estado con el público”.
En relación a esto último, planteó que “ese Consejo Consultivo, así como está integrado por representantes de universidades, colegios médicos, farmacéuticos y demás, también viene a representar a asociaciones destinadas a la investigación o que acompañan, informan y asesoran a usuarios”.

Las “trampas” del mercado negro

Por otro lado, Rojkin habló sobre los desafíos de la legislación y del propio uso del cannabis medicinal: “En mi opinión, lo que tenemos actualmente en el marco nacional, es una situación en la cual en Argentina no hay legalización y no hay despenalización, sino que hay regulación, pero una sólo en el ámbito medicinal, la cual es sumamente deficiente, más aún porque no prevé el autocultivo”.
Consecuentemente, explicó el letrado, “las personas se ven obligadas a recurrir al mercado negro, donde hoy en día abunda el oportunismo, por decirlo de alguna manera; en relación a los costos, pero también de lo que le venden a la persona” y ejemplificó que “hemos tenido casos, en la Asociación, en los cuales les han cobrado entre 3 mil o 4 mil pesos por un goteo a una persona, cuando el mismo tenía aceite de oliva aromatizado con menta”.

Falta de rigor informativo

No obstante, “ese inconveniente nosotros lo estamos subsanando, porque al igual que en la ciudad de Rosario, en Santa Fe se está analizando lo que es el análisis cromatográfico del aceite, que consiste en colocar pequeñas dosis del gotero en un cromatógrafo, lo cual arroja un análisis sobre el contenido”, añadió Rojkin.
También, apuntó que “lo que buscamos, desde la lucha que llevamos dentro de la sociedad y como asociación, es principalmente informar a la gente, ya que lo que existe hoy en día en los medios de comunicación es información que no está debidamente chequeada, entonces la gente llega a la Asociación con más dudas que certezas y muy mal informada”, remarcando que “vemos que hoy en día existen países como Israel, Canadá y Estados Unidos, donde los avances en investigación datan de hace 50 años; lo que tenemos que lograr en Argentina es que los investigadores puedan realmente estudiar la planta tranquilos, sin oposición por parte del Estado, porque es la única forma de que se obtengan resultados fehacientes, que puedan ser consumidos por nuestros médicos para que éstos tengan la confianza de poder recetar el aceite de cannabis”.

Mitos y creencias

Consultado sobre los casos más habituales de desinformación, Rojkin especificó que “están los que, por ejemplo, creen que el aceite tiene que tener CBD (por el cannabinoide natural con mayor potencial terapéutico) para funcionar, cuando depende de la patología que padezca la persona, puede tener un mayor contenido de CBD, como en su lugar un contenido 1:1 de THC y CBD, que sería de iguales proporciones; esto es lo más común” y agregó que “de ahí para adelante, existen un montón de paradigmas o mitos para derribar alrededor de la medicina cannabica”.

Marcha nacional y Semana del Cannabis

Sin embargo, al día de hoy existe legislación, pero no así avances legales: “Hoy en día están solamente en el ámbito de las pretensiones, porque la realidad es que con la Ley nacional vigente, más allá de algunas ordenanzas municipales o proyectos de leyes provinciales que existen en distintos puntos del territorio argentino, como en Lamadrid o La Plata, o proyectos como el de la Unidad Nacional de Rosario, que realiza los análisis cromatográficos desde hace más de dos años, debido a la estructura que plantea nuestra Ley nacional, es muy difícil avanzar en ese territorio. Por eso, intentamos que la Ley se revea, se corrija y que se sancione una nueva. Hoy en día existe, por este motivo, una campaña nacional que se llama ‘Cannabis al Congreso’, donde el 21 de noviembre habrá una gran marcha en Buenos Aires, la cual se replicará en otros puntos del país. Y durante los siete días anteriores a la movilización, habrá actividades coordinadas en lo que se denomina la Semana del Cannabis. El objetivo es visibilizar la causa antes de que asuma el nuevo gobierno, el próximo 10 de diciembre”, concluyó.

Concientizar

Por su parte, el ingeniero químico Ignacio Hernández explicó que “mi relación con el cannabis medicinal surgió cuando estaba haciendo la tesis de grado; me encontraba trabajando en el laboratorio farmacéutico de la provincia de Santa Fe, que es de carácter público, y me enteré de la intención del Estado de comenzar con la producción local de aceite de cannabis” y agregó que “por temas legales y reglamentarios, hoy todavía no se puede avanzar mucho con eso, pero se está intentando desde la provincia lograrlo en alguna instancia”.
Además, relató que, en su especialización, “me fui interiorizando del tema y dándome cuenta de las problemáticas y la demanda social que había, y cómo en una situación de amparo o de vaciamiento de ciertos huecos legales, junto con la desinformación que hay, nos dimos cuenta de que la gente, al no estar totalmente informada, no va a haciendo un acompañamiento con parte de los profesionales de la salud”.

Capacitaciones universitarias

En otro orden, Hernández sostuvo que “por ahí la gente se empieza a tratar o complementar con aceite de cannabis pero no tiene conocimiento sobre los distintos tipos de aceites, que son tres a grandes rasgos; aquellos con mayor concentración de THC, otros con mayor concentración de CBD o mixtos”, por lo cual enfatizó la importancia “de que se capaciten, algo en lo que hacemos mucho hincapié desde la Asociación; y también los profesionales de la salud, que sepan que hoy en día hay mucha información y gente que ya se está hasta capacitando desde la universidad misma, como ocurre en La Plata, donde existe un curso de postgrado para profesionales de la salud”.
En el caso de Santa Fe, “queremos conseguir que la Universidad Nacional del Litoral también acompañe, por lo menos en que la gente pueda acceder a un análisis cromatográfico de calidad, para así saber concretamente con qué compuesto se está tratando una persona”.

Amplia demanda social

A pesar de no estar habilitada la venta de aceite de cannabis de manera legal, en Puerto Madryn existe una sublínea de comercialización para aquellas personas que lo utilizan para tratar o paliar distintas afecciones.
“A nivel nacional se están armando muchas charlas y foros, algo que es muy positivo ya que uno escucha a profesionales de la salud que empezaron a meterse un poco en el tema, y que se dieron cómo debieron hacerlo por una demanda social, ya que hasta los pacientes, algunos por motus propio, sabían más y hasta querían enseñarle al profesional de la salud; entonces, quienes tuvieron esta experiencia plantearon que tenían que hacer algo, investigar sobre el tema porque hay que escuchar a los pacientes y acompañarlos”, destacó Hernández.

Paliativo

El ingeniero químico precisó que “cuando hablamos de cannabis medicinal, no solamente es el aceite, y no es así; no hay un ‘cannabis medicinal’ y otro para uso recreativo, se trata de la misma planta” y sostuvo que “los modos de uso terapéutico son varios; depende mucho para qué patología se utilice; por ejemplo, el fumar lo que produce es un efecto mucho más rápido y que dure menos tiempo en el cuerpo, entonces, en ese caso, es más conveniente para gente que sufre de un dolor punzante espontáneo, ya que el efecto demora entre 2 y 3 minutos en ocurrir, el cuerpo va relajándose y le ayuda a sobrepasar ese dolor”.
Por otro lado, explicó, “con el aceite, recien se empezará a sentir el efecto a los 45 minutos de haberlo consumido; pero después, los cannabinoides siguen en el cuerpo hasta 6 u 8 horas, y luego hay otro método, que es comerlo, o bien ingerirlo vía sublingual, son varias formas de administrar el cannabis, las cuales dependerán de la patología de cada persona, de la urgencia y la necesidad”.

Recomiendan acompañamiento profesional

En referencia a las metodologías de aplicación que, según se comprobó, han registrado avances en materia medicinal, Hernández explicó que “en el campo científico, donde más estudios químicos se han llevado a cabo, primeramente ha sido con la epilepsia refractaria” y aclaró que “el cannabis no es la cura o el medicamento, se usa más como un complementario paliativo, que ayuda, junto con los medicamentos tradicionales, a obtener muchos más beneficios y mejores”.
Por ello, “es importante destacar que las personas que empiezan a consumir aceite o cannabis de uso medicinal, deben estar acompañadas por profesionales de la salud, ya que las mismas, cuando se empiezan a sentir bien, comienzan a dejar los medicamentos que tienen recetados y eso no es lo ideal; por eso, siempre recomendamos que estén acompañados por un profesional”.

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