EL TITULAR DE LA CIMA SOSTUVO QUE DEBE RECONVERTIRSE LA MATRIZ PRODUCTIVA DE CHUBUT

Dethier: “Esta provincia no puede seguir dependiendo del precio del barril”

El presidente de la Cámara Industrial de Puerto Madryn (CIMA) y titular de la empresa EISI S.A., Oscar Dethier, analizó la realidad productiva de la región y, especialmente, de Puerto Madryn, advirtiendo que en el ámbito provincial, “la provincia no puede seguir viviendo y dependiendo del precio del barrio”.
Al tiempo que reconoció que el sector privado “debemos hacer algunos ‘mea culpa’”, también planteó la necesidad de políticas nacionales que estén en sintonía con aquellas de las administraciones provinciales y municipales, en pos de resguardar al sector pyme, uno de los mayores generadores de empleo del país y hoy golpeado por distintas variables económicas.
“Hay desafíos que son nacionales, y el reconocimiento de estos últimos demanda que nos pongamos de acuerdo en resolver esas cuestiones que son de todos. Por ejemplo, el déficit fiscal que no puede sostenerse; vivir del endeudamiento no es posible y, para esto, tenemos que crecer. Y la posibilidad de hacerlo hay que reconocerla, en nuestra opinión, hacia el mercado externo. Hay 7 mil millones de consumidores en el mundo que deben ser la oportunidad y la cuestión hacia donde debemos enfocar todos nuestros esfuerzos”, expuso el titular de la CIMA.

Diario: – ¿Cómo analiza la caída a nivel nacional de la actividad industrial, considera como “el peor trienio” después de la post convertibilidad?

Oscar Dethier: El nivel de actividad de las empresas vinculadas a la CIMA y a la región, en general, tiene un correlato con lo que ocurre a nivel nacional, donde hay empresas que se han complicado mucho más. Ello, derivado del hecho de tener que endeudarse. Otras, todavía mantienen una situación de equilibrio, donde la lucha más importante es la de combatir el crecimiento de costos con todas las variables que conocemos, desde la carga tributaria, la necesidad de sostener personal, alguna componente dolarizada que no es posible trasladar a los precios del mercado interno, que está disminuido. Entonces, no hay duda de que las actividades, nuevamente y como ocurre desde hace muchos años, están sostenidas en la región por la actividad del petróleo, del sector aluminio y del sector pesca, mayoritariamente.

D: – ¿Hay expectativas de que el escenario tenga alguna mejoría en un futuro mediano?

OD: El panorama no es bueno. De todas maneras, tratamos de separar la visión, reconociendo que hay desafíos que son nacionales, y el reconocimiento de estos últimos demanda que nos pongamos de acuerdo en resolver esas cuestiones que son de todos. Por ejemplo, el déficit fiscal que no puede sostenerse; vivir del endeudamiento no es posible y, para esto, tenemos que crecer. Y la posibilidad de hacerlo hay que reconocerla, en nuestra opinión, hacia el mercado externo. Hay 7 mil millones de consumidores en el mundo que deben ser la oportunidad y la cuestión hacia donde debemos enfocar todos nuestros esfuerzos. En eso tenemos que estar alineados.

D: – A pesar de registrarse un mayor nivel de exportaciones que en otros años, ¿qué es lo que falta, en el medio del circuito, para que nuestros mercados terminen de insertarse en el resto del mundo?

OD: El costo argentino es un problema. Una actividad nacional, una política de Estado orientada hacia los mercados del mundo, entendemos que es necesaria. Pensar en qué es lo que hicimos mal en estos tres años o diez años, me parece que nos lleva a discutir las cosas que tenemos que corregir, que es importante reconocerlo; pero, en primer lugar, enfocarnos hacia dónde queremos ir, es decir, hacia el mercado externo. Especialmente, en la Patagonia, donde tenemos tanto para ofrecerle al mercado mundial.

D: – En cuanto a lo que mencionó del “costo argentino”, más allá de la presión impositiva y tributaria que existe sobre el sector privado, ¿qué rol juega la inflación en la profundización de dicho indicador? ¿Disminuiría el costo laboral si se reducen los índices de inflación?

OD: Absolutamente. No olvidemos que la inflación, en gran parte, tiene su contracara en las tasas de interés. El déficit tiene su contracara en el valor de nuestro dinero. Toda esta situación hay que resolverla y ponerla en equilibrio. Pero no es solo la cuestión tributaria, que hay que corregirla comparada con otros países. El salario no es, en nuestra opinión, excesivo, ni debe ser tocado; el salario más alto depende de una productividad más alta. Lo que tenemos que discutir es la productividad argentina con respecto a la de otros países.

D: – ¿En qué aspectos?

OD: Tenemos problemas de logística, no tenemos bandera nacional de transporte. En la Patagonia, no tenemos ferrocarriles. Hay que mejorar muchísimo los costos de nuestros transportes navales, de nuestra estiba y de los servicios portuarios. En nuestra región tenemos al transporte naval como una alternativa para introducir ahorros logísticos muy importantes. Sin embargo, esto no pasa. Tenemos un problema para resolver, hay exportadores de nuestra ciudad a los que les sale más barato ir por camión a Brasil que hacerlo por vía marítima. Y esto significa que tenemos un problema concreto que no podemos dejar de mirar, al cual hay que atacarlo. Este es un ejemplo de las cosas que son de orden nacional y subnacional. En este problema de ‘atacar’ el costo argentino, tienen que estar de acuerdo el Estado Nacional, las provincias, los municipios, los sindicatos y los empresarios; hacer una causa nacional de los problemas que no nos dejan crecer. Y uno de ellos es la Justicia. Porque, como todos sabemos hoy, claramente, la corrupción mata, y pone los negocios en la mano de gente que no tiene ningún escrúpulo, por el sólo hecho de acumular y tener más poder, y somete las posibilidades de las pymes y de las economías regionales. Necesitamos un rol fundamental de la Justicia, actuando velozmente, con toda energía, para que se enderecen las conductas de aquellos que hoy florecen haciendo lo que no es legal ni lícito, perjudicando a toda la comunidad.

D: – El debate minero, que se había profundizado en los últimos meses, hoy parece ser una cuestión “esquivada” por la política, en el marco de un año electoral. ¿Cree que se retomará dicha agenda durante el 2019?

OD: Creo que el tema de la minería ha sido, desde el principio, una cuestión que se rinde a la cuestión electoral, es decir, si suma votos o no suma votos. Esta provincia no puede seguir viviendo y dependiendo del precio del barril, porque cuando cae el precio del mismo “estamos en crisis” y pedimos ayuda, nos endeudamos, y castigamos a toda la comunidad, a los proveedores, empleados del Estado; no se hace obra pública y entramos en Emergencia. Por lo tanto, si llegara a aumentar el precio del petróleo nuevamente, es un riesgo pensar que “nada va a cambiar”. Y tenemos que imponernos, como desafío, cambiar la matriz productiva en serio. Hay que pensar en turismo, en agro y en todo, pero fundamentalmente en minería.

D: – Hablamos de una provincia en la que se registra uno de los aglomerados con mayor desocupación del país.

OD: Hay una lectura distinta del desempleo en la zona, ya que por ahí aparece un número que es alto, pero que está bien posicionado con respecto a los altos niveles de desempleo que hay en todo el país, y ello hace parecer que hacemos las cosas bien. En verdad, se están haciendo las cosas mal en todo el país, y en nuestra provincia en particular, debemos pensar que por el mero crecimiento demográfico, tendríamos que estar generando 4 mil empleos al año, esto es lo que nosotros pensamos. Y, podríamos asegurar que en los últimos nueve años, venimos para atrás en la generación de empleo, que se va incrementando en la medida en la que no se satisfacen las oportunidades para los jóvenes que se quieren incorporar al mercado laboral.

D:- Siempre hablando del sector privado y teniendo en cuenta que la estructura del Estado ha crecido.

OD: Estoy hablando absolutamente del empleo privado. El hecho de que los jóvenes no busquen trabajo, no quiere decir que no tengamos desempleo. Hay gran parte de la juventud que se rindió hace rato al hecho de buscar trabajo, porque simplemente no existe en ninguna parte. Entonces, a la minería hay que ponerla en marcha y pensar en un montón de actividades que puede brindar la Patagonia. Nosotros hablamos de tener un astillero en la ciudad y lo venimos luchando desde hace seis años, pero no conseguimos hacerlo real. Pero esta ciudad tiene proyectos de astilleros desde hace más de cuarenta años, y todavía no supimos, como país, región y sociedad, poner en marcha algo tan elemental como tener un astillero en la Patagonia y en Puerto Madryn, aprovechando todas las ventajas que tenemos. Entonces, hay muchos “deberes” que hay que hacer. Creo que debemos imponernos algunos criterios de sociedad y de país. El déficit hay que eliminarlo, tenemos que tener un Estado Nacional, así como también estados subnacionales (administraciones provinciales) eficientes. Hablar de eficiencia no significa crear desempleo, sino ponerse competitivo como comunidad y poner en marcha la meritocracia por arriba de la inclusión para todos, dependiendo de los cada vez menos, que son los productivos privados.

D: – Esta semana el presidente de la Nación, Mauricio Macri, arribará a la ciudad del Golfo y participará de diversas actividades en el ámbito industrial y pesquero. ¿Cuáles son los planteos que le haría, tanto como titular de la Cámara Industrial, así como también en su rol de empresario?

OD: Por un lado, los que son históricos, que se le hace al Gobierno central. El tema de las asimetrías para la región patagónica, que al mismo nivel de productividad, nos quita competitividad con respecto a la región Centro. Los temas normales; logística, costos salariales, los cuales hacen que solamente seamos consumidores de los productos de la región Centro, quedando limitados a producir aquello que nos saca de la emergencia en lo local. Fundamentalmente, el Decreto 814, que empieza a sufrir reducciones en este año. Pensamos que hay que mantenerlo vigente hasta que se defina un plan de compensaciones por las asimetrías, en relación a todas las regiones del país. Creemos que la Patagonia, en eso, es la más perjudicada.

D: – Es decir que, no siempre, pueden aplicarse las mismas políticas para distintas regiones del país, considerando sus características y diferenciales productivos.

OD: En el caso del enfoque en el mercado exterior, es una política nacional. Hay que definir “qué es lo que hace falta” y en eso estamos totalmente de acuerdo. Otro punto es trabajar para la productividad, para la competitividad, salir de la “zona de confort”, lo cual es necesario. Pero vale para todos los gobiernos, el Nacional y los subnacionales, poner en valor a un sector privado que no somos todos, porque aún en este último, debemos hacer algunos “mea culpa”. Hay una cuestión de solidaridad, en el sentido de que, cuando hacemos las cosas bien, tenemos la obligación de pensar, también, en la comunidad. En los que nos rodean y dependen de nosotros. Las grandes empresas tienen un rol fundamental para hacer que las pymes estén sanas, vigentes y que recuperemos todos la motivación, el entusiasmo para invertir y pensar en el largo plazo más que en el corto plazo.

D: – ¿Cuál sería la “receta” para concretar esto último?

OD: Es una cuestión de confianza, el Gobierno Nacional lo sabe, por eso trata de insertar a Argentina en el mundo y generar una imagen de confianza, algo que hasta ahora no podemos decir que lo hemos logrado. Pero, también, en el mercado interno, las empresas tenemos que generar una imagen de confianza. A nivel pyme, vivimos en la empresa y probablemente tengamos más comodidades en la misma que en nuestras casas. Cobran primero los salarios la gente en la generalidad, y se responde al futuro con el ahorro de toda una vida de trabajo, con la propia casa, por ejemplo. Esta es la razón de vida de una pyme, y a esto hay que protegerlo porque el empleo nacional depende de ello. Entonces, merece una condición particular el sector pyme. Cuando hablo de solidaridad, me refiero a que estos temores hacia el futuro hacen que muchos se vuelvan “egoístas” y bajen el perfil para hacer su acopio de cara a la “temporada mala”, y necesitamos coraje, audacia para apostarle al futuro. Y los que pueden hacerlo, generar condiciones para que, entre todos, como comunidad, podamos ir adelante.

D: – ¿Cuáles serían los rubros centrales en esta ecuación?

OD: El sector pesquero tiene mucho que aportar, el sector minero también; en este camino, CIMA está lanzando iniciativas muy fuertes para el Comercio Exterior, y también lo está haciendo en relación a integrar relaciones y vínculos de negocios. Para ello, está llevando a cabo EVENPa, un encuentro de vinculación empresaria y de negocios de la Patagonia, que cuenta con el apoyo de Pan American Energy, Aluar, Pan American Silver Corp. y la Administración Portuaria de Puerto Madryn. Estamos esperando la respuesta de la gente de la pesca y de las (energías) renovables para sumarse a esto, y la idea es que en ese ámbito se pueda generar una interacción, para que hagamos, entre todos, este aporte de trabajo privado para la comunidad.

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