Los emuladores son malignos

Por Alejandro Lodes
La famosa y archiconocida empresa Nintendo comenzó a desplegar todos sus abogados, y enviar masivas demandas a toda página web que ofrezca la descarga de juegos emulados mediante los conocidos “ROMS”. No solo porque infringen copyright sino también porque afectan sus negocios y futuros ingresos.

¿Qué son los Emuladores?

Para poder disfrutar de un videojuego antiguo hay dos posibilidades: conseguir la máquina, el juego, y lograr que funcione con la tecnología actual, o bien descargar un programa que recree el funcionamiento interno de una consola, y el juego en formato digital. Estos programas son llamados emuladores y pueden utilizarse en tu celular, tablet o computadora.

Nostálgico contexto

Con las primeras consolas hogareñas, por ejemplo nuestra adorada Family Game, aparecieron los llamados “cartuchos”. Unos bodoques de plástico con una plaqueta y chips, que al insertarlos se convertían en uno o más juegos. Esto fue el inicio de la revolución del entretenimiento, ya que se podía vender una máquina y por separado aquello para lo cual fue creada. Jugar.

¿Cómo se hacía un videojuego?

Uno o más programadores hacían de su magia utilizando una computadora. Líneas de código y pixels viajaban hacia la máquina experimental, hasta que con los pulgares arriba se indicaba que estaba probado y finalizado hasta el más mínimo detalle. Este código se inmortalizaba en un chip, ya que nunca más podría ser modificado y comenzaba la producción masiva.

¿Qué son los archivos Roms?

Un grupo de ingenieros nerds comenzó a hacer experimentos para sacar el juego dentro del chip, y guardarlo en un archivo. Luego de lograrlo con éxito, a estos archivos resultantes se los llamó ROM haciendo homenaje al “chip”, y a su “Read Only Memory” / “Memoria de Sólo Lectura”. Esto abrió la puerta a cosas inimaginables en esa época.
Preservando la historia de los juegos
Con el tiempo los juegos originales pueden deteriorarse o destruirse, en cambio los ROMS pueden sobrevivir de por vida especialmente si se encuentran en internet, y aquellos juegos que nunca se vendieron en tu país ahora pueden estar a tu alcance.

Atrápalos a todos

Esta tendencia hacia la distribución masiva de ROM, generó en la sociedad Nerd el hábito de tratar de conseguir todos los juegos de una consola. No hay mejor sensación que tener un millón de juegos viejos, juntarse con amigos, y revivir momentos de la niñez con un “Mario Bros”.

Programadores que se copan

Seguro que por uno de esos milagros llegó a tus manos un juego que estaba en un idioma desconocido, pero que igualmente disfrutabas. Nunca voy a olvidar a “Captain Tsubasa Vol. II”, sus símbolos que expresaban palabras, y ganarlo a pesar de no entender que decían. El año pasado encontré una ROM en español de ese juego y pude llenar el vacío de mi existencia al entender cómo terminaba la historia. Por siempre agradeceré a quien creó el archivo ROM, a quien entendía coreano y lo tradujo, y a quien lo puso en internet para que lo descargue.

¿Por qué el problema surge ahora?

Nintendo siempre lamentó que esos derechos de autor no pudieran seguir llenando sus arcas, por ello en el año 2016 decidió lanzar una consola retro llamada “Nintendo Classic Mini”, y obtuvo millones en ingresos. Al poco tiempo lanzó la “Super Nintendo Mini” con el mismo resultado. Ambas consolas por dentro son idénticas: Una placa, un emulador y un pack de ROMS. A mitad de septiembre su consola Nintendo Switch contará con un servicio online en el cual van a ofrecer juegos “retro”. Si, los odia pero los utiliza.

Cien años de perdón

Entendiendo este contexto, no es para nada llamativo que sus abogados manden a diestra y siniestra emails o intimaciones, y mucho menos que las páginas web de emuladores eliminen sus contenidos. EmuParadise, LoveROMs y otras quedarán en el olvido, pero tendremos torrents de por vida. Vive la révolution.

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