CÓMO PROTEGERSE DE LAS ESTAFAS TELEFÓNICAS Y VIRTUALES, TAN COMUNES EN ESTOS DÍAS

La voz al otro lado del teléfono

A pesar de que las formas y la operatividad del delito han ido cambiando con el tiempo, lo cierto es que algunas prácticas de carácter histórico continúan arrojando resultados para los delincuentes; tal es así que, días atrás, una banda sindicada como autora de diversas estafas en las localidades de Puerto Madryn, e incluso en Pehuajó, provincia de Buenos Aires, fue desarticulada tras varios meses de investigación y, al menos, cuatro estafas consumadas y seis “intentos fallidos” en la ciudad del Golfo.
Según trascendió por parte de autoridades de la causa y fuentes extraoficiales, la mecánica de la “banda” consistía en buscar nombres fácilmente endilgables a personas mayores en la guía telefónica, sumando a ello la existencia de teléfonos de línea, poco comunes en la era de los celulares y la comunicación instantánea; luego, se contactaban y, haciéndose pasar por nietos, nietas y empleados bancarios, en algunos casos, ante la premisa de que los ahorros de las luego damnificadas serían confiscados, o bien que se requería “cambiar” los billetes por unos de nueva numeración, embolsaron algo así como dos millones de pesos, propiedad de las víctimas, en su mayoría jubiladas y que entregaron sus ahorros a desconocidos.
Este tipo de estafa no es poco común en Chubut, así como también otro tipo de “cuentos del tío”, y en la actualidad, distintos sectores con competencia en la temática advirtieron la necesidad de reforzar los recaudos ante este tipo de “avivadas”.
Según el Código Penal, robarle a un abuelo no constituye un agravante jurídico, ya que, en el marco de un expediente judicial, la “vejez” no funciona de la misma forma que, por ejemplo, la violencia de género.
Según la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, el 7 por ciento de las denuncias que se radican corresponde a adultos mayores, la mayor parte de ellas realizadas contra familiares por distintos motivos, entre ellos, robos de jubilaciones, maltratos y restricciones a la libertad, entre las acusaciones más frecuentes.

La estafa de las “amenazas”

Desde el Ministerio Público Fiscal del Chubut, por ejemplo, difundieron en más de una ocasión una serie de recomendaciones para no caer en las comúnmente llamadas “estafas telefónicas”, fundamentando que “Saber cómo actuar ante un llamado telefónico por ‘supuestos accidentes de familiares’ o ‘premios ganados’ es una manera de evitar un daño”.
En este sentido, advirtieron que “los fraudes y situaciones delictivas a través de llamadas telefónicas se han multiplicado en los últimos tiempos y mucha gente se ha visto perjudicada” y llamaron a que la ciudadanía “no sea sorprendida en su buena fe”, ya que “quienes quieren engañar a la gente con esta metodología utilizan varias modalidades que han sido debidamente estudiadas y en función de ello se han elaborado una serie de sugerencias para no caer en este tipo de estafas”.
Una de las metodologías de estafa consiste, por ejemplo, en que la persona damnificada puede recibir una llamada a su teléfono donde le dicen: “He recibido desde su teléfono amenazas, llamadas insultantes o extorsivas”, lo cual evidentemente no existió.
En ese caso, expertos recomiendan no dar “ninguna respuesta” y tampoco tratar “de justificar que desde su número no se hizo ninguna llamada, así como no se debe dar información sobre su vida, horarios, costumbres, trabajo o familia”.
Consecuentemente, plantearon que “es casi seguro que, a los pocos días, recibirá otra llamada de personas inescrupulosas diciéndole ‘sabemos quién es usted, qué hace, dónde trabaja, etcétera’; luego, lo amenazarán, le exigirán que marque un número, cargue un celular o le pedirán dinero”.
En tal caso, desde el MPF fueron contundentes: “No dé explicaciones. Si la persona se muestra enojada, insistente o fastidiosa sugiérale que llame a la Policía y dígale que usted ya está avisando lo que ocurre a la Policía para aclarar la situación. Corte inmediatamente la llamada. Llame a la Comisaría o al Comando Radioeléctrico de su zona y avise”.

El accidente del familiar

Otra de las modalidades varía en que se puede recibir un llamado al teléfono fijo o celular en dónde se informa que “un familiar suyo sufrió un accidente”.
“Si esto le ocurre, trate de manejar la angustia y la confusión que esta noticia le provoca. Serénese. No responda a ningún tipo de pregunta ni brinde información suya, de su familia, horarios, domicilio, etcétera”, recalcaron desde el Ministerio Público Fiscal, solicitando que “después, haga usted estos interrogantes: apellido y nombre del que llama, a qué institución pertenece, número del teléfono que llaman y lugar del accidente. Inmediatamente, llame a la persona supuestamente accidentada. En caso de no ubicarla, llame a la Policía o Comando Radioeléctrico de su zona y verifique la situación”.
Los llamados de personas extrañas pidiendo información también constituyen un “clásico” de este tipo de estafas.
“En cuanto a las personas que llaman invocan pertenecer a organismos policiales u hospitalarios, cerciórese llamando al Organismo policial o de Salud. Y recuerde que el robo de celulares implica que los delincuentes utilizan todos los contactos para llamar y extorsionar; por eso, el extravío o robo del celular es importante comunicarlo a familiares y amigos para no ser víctima de embaucadores, no acepte llamados que se realizan desde los Institutos Penitenciarios”, señalaron.

“Usted ha ganado un premio”

Otra modalidad, también muy frecuente, consiste en “llamarlo y decirle que ha ganado un premio que puede ser un auto, un electrodoméstico, un viaje, etcétera.
Ante esta situación no responda al pedido de dar sus datos personales tales como apellido, domicilio, documento, número de tarjeta de crédito o de caja de ahorro”, recomendaron los especialistas, agregando el requerimiento de que “pregunte usted de qué empresa hablan y de qué número hablan; si insisten, corte la llamada”.
También, recomiendan “no dar información personal de ningún tipo, no llamar desde el propio teléfono a ningún número telefónico que se haya indicado, ya que eso estaría habilitándolos al acceso y utilización de la línea telefónica con un alto costo económico a su cargo”.
“Si desea llamar al número de empresa que le fuera informado, previo a hacerlo verifique a través de la guía telefónica u otro medio, la existencia real de la empresa. No acepte presiones de ningún tipo si le dicen que debe aceptar el premio ya mismo o lo pierde. Tómese su tiempo para pensar y analizar lo que le dicen. No haga depósitos bancarios, transferencias, giros o pagos a cuenta del envío del premio. Si tiene dudas, llame a la policía o al Comando Radioeléctrico de la zona. Estas recomendaciones tienen como único objetivo evitar este tipo de estafas que se dan con tanta frecuencia no sólo en nuestra ciudad o provincia, sino también en el resto del país”, mencionaron.

Estafas y fraudes telefónicos y “online”

Estudios recientes indican que hubo un aumento en el porcentaje de quejas de consumidores por fraudes telefónicos a nivel global, en el período comprendido de 2012 a 2014 y que, desde allí, las cifras se han incrementado con el paso del tiempo.
Los datos correspondientes a las “Quejas por fraudes según el método utilizado por la empresa para contactar a los consumidores” indican que el porcentaje para casos telefónicos subió de 34 por ciento a 54 por ciento en tal sólo dos años, mientras que el porcentaje de quejas por fraudes realizados por correo electrónico cayó de 37 por ciento al 23 por ciento en el mismo lapso; esto último podría deberse a que el común denominador de “internauta” ya se encuentra advertido sobre este tipo de estafas a través de correos electrónicos.
También, las quejas por estafas iniciadas a través de “Internet – Sitios Web \ Otros” aumentó en dos años de 12 a 15 por ciento, para luego caer en el tercer año al 11 por ciento; el porcentaje de denunciantes cayó de 55 a 46 por ciento en el mismo período. No obstante, cabe la posibilidad de que la disminución de las quejas en relación a estafas por correo electrónico se deba, al menos, a que los usuarios cada vez son más conscientes de que el correo electrónico no es un canal de comunicación seguro y que suele tener un porcentaje elevado de tráfico malicioso.

Casi 500 “estafas” en Chubut

Según las últimas cifras recabadas por el Ministerio Público Fiscal, hubo casi 500 estafas registradas el ante año pasado.
En el caso de Comodoro Rivadavia, hubo durante 2016 un total de 155 delitos de estafa en dicha localidad, los cuales se desglosan entre apropiación indebida (43), defraudaciones especiales (4), estafas y otras defraudaciones (104) y tres fraudes contra la administración pública.
Esquel tuvo, en total, unas 73 estafas denunciadas, desglosadas en 21 apropiaciones indebidas, tres defraudaciones especiales, 47 delitos calificados como “otras defraudaciones y estafas” y dos fraudes contra la administración pública.
En El Hoyo, solamente hubo 13 casos registrados para el 2016, mientras que Puerto Madryn arrojó un total de 63 estafas denunciadas durante la misma franja de tiempo: nueve por apropiación indebida, 3 defraudaciones especiales y 51 casos de “estafas y otras defraudaciones”, de los cuales se consumaron 44 y siete fueron en grado de tentativa.
Mientras tanto, Trelew tuvo un total de 79 denuncias por distintos tipos de estafas, Rawson sumó unas 40 y Sarmiento unas 15.
Todo ello, totalizando unas 438 denuncias por estafa en sus diferentes variantes.

Los plásticos, un “peligro”

La sustracción de datos de tarjetas de crédito se basa mayormente en técnicas de convencimiento, por lo que últimamente, también este tipo de estafas ha sido bastante frecuente alrededor del mundo, donde la Argentina no es una excepción; incluso, en la provincia del Chubut, hace menos de dos años las autoridades lograron dar con una banda que empleaba datos recabados de plásticos de distintos usuarios para realizar compras y montar agencias de viajes y turismo, entre otros delitos.
La denominada “Banda del ‘Sapo’ Ciarlo” cayó tras el disparador de la investigación sobre un vecino de Puerto Madryn, a quien le habían utilizado la tarjeta de crédito mientras se encontraba embarcado.
En este contexto, los especialistas en seguridad informática sostienen que es importante evitar “dar información por teléfono, e-mails, mensajes de texto (SMS), Whatsapp o cuestionarios persona a personas o en accesos a sitios de Internet”.
Además, sugieren que hay que proteger la computadora y “siempre, optimizar y mantener al día los sistemas de seguridad, ya que existen métodos de captura de información del disco rígido, teclado, pantalla y cualquier otro dispositivo que almacene datos”.
Siempre que se acceda a un website desconocido, se debe identificar los «candados» que indican que se encuentra en un entorno seguro, antes de ingresar los datos personales; además, es esencial verificar que en el panel de dirección (URL) se vea ‘https’, en lugar de ‘http’.
Por otro lado, los expertos sugieren “no responder e-mails enviados desde una compañía de tarjetas de crédito o bancos, en los que se informe que la cuenta presenta algún inconveniente y se solicite que sean enviados los datos para solucionarlo”, además de “leer la información preventiva que ofrece el banco o compañía de tarjeta de crédito”.

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