Luego de que el dólar se disparara a $19,46 este jueves, los ojos están puestos sobre la evolución del precio de los combustibles, que están liberados desde el 1º de octubre, regidos por la cotización internacional del crudo.
En este sentido, el economista Guillermo Nielsen afirmó que en lo primero en lo que va a impactar la suba del dólar es en el precio de las naftas, justamente porque están atadas al precio internacional.
Hasta ayer, las empresas expendedoras estaban analizando arrancar 2018 con una suba del 5% en sus naftas. Pero con la escalada del billete estadounidense, las compañías están pasando de la etapa de evaluación a la fase de acción.
El último aumento de las naftas fue a comienzo de mes, un 6%: primero fue YPF, pero rápidamente la siguieron Axion, Shell, Oil Combustibles y otras firmas más chicas. La operatoria es habitual, ya que esperan que la estatal –que acapara el 55% del mercado– dé el primer paso.

Al precio internacional

Lo que sí estaría en duda es de cuánto sería el aumento. Si bien lo más probable es que se atengan al 5%, la última actualización fue con un dólar a $17,60 y este jueves cerró a $19,46, es decir, un 10% más alto.
Además, el barril de crudo Brent, que se utiliza como referencia, se ubicaba en torno a los u$s62, mientras que en la actualidad se ubica a u$s66,50, casi un 7% más alto.
En caso de que se mantenga la intención de subir 5% los precios de las naftas, la súper podría pasar de $22,66 a $23,79, mientras que la premium treparía de $26,15 a $27,46. Por su parte, el gasoil subiría de $19,99 a $20,99, en tanto que el diésel premium pasaría de $23,18 a $24,34.
Por otro lado, esta semana, el senador chubutense Juan Mario Pais rechazó la reforma impositiva impulsada por el Gobierno nacional y denunció que la misma «puede generar nuevos aumentos de combustibles en la Región Patagónica, afectando principalmente al sector de transporte y productivo», en virtud de que el mayor impacto se dará sobre el gasoil.

Impacto en la Patagonia

La ley aprobada incluye una modificación sobre el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) que pasa a ser fijo y la creación de un nuevo impuesto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
“Introduce una modificación muy significativa y perjudicial, ya que se elimina casi en su totalidad la exención hoy vigente sobre el ITC para el consumo de combustibles en la Patagonia”, alertó Pais.