La Armada admitió que quizás nunca se sepa qué pasó con el submarino

“¿Se va a poder saber qué sucedió con el ARA San Juan?», le preguntaron al vocero de la Armada. Y el capitán Enrique Balbi contestó: «Es importante el contacto visual, poder localizarlo en el lecho del mar, que va a dar un indicio si visualmente se percibe algo; puede que sí, puede que no».
Con esa respuesta atada al formalismo militar que prudentemente debe mantener la única cara visible que ha tenido el caso del submarino desde su desaparición, hace 19 días, la Armada abrió una posibilidad aterradora: quizás nunca se sepa qué pasó con el buque sumergible que partió desde Ushuaia y nunca llegó a Mar del Plata, donde se lo esperaba.

Rastrillajes

El porcentaje de probabilidad está atado al resultado de «tres contactos» que serán verificados en los próximos días. Un contratiempo contra el que no se puede luchar atrasó estas tareas: la meteorología. Más allá de las condiciones del tiempo, está previsto que llegue a la zona de rastrillaje (el Golfo de San Jorge) la embarcación rusa Yantar provista de tecnología de última generación para mapear el lecho marino a una profundidad de 6 mil metros.
Balbi, por otro lado, destacó en una nueva conferencia de prensa que la embarcación Atlantis, que se encuentra amarrada en el puerto de Comodoro Rivadavia, se sumará al operativo de búsqueda el próximo sábado con otro objeto no tripulado para rastreo submarino a 6 mil metros. De esta forma, serán seis las embarcaciones que actualmente trabajan en localizar al submarino San Juan.

Angustia y sufrimiento

Además, aseguró que aún resta la confirmación de tres imágenes recolectadas por los diversos instrumentos de rastrillaje submarino, dos a 800 metros de profundidad y una a 700 metros. «Son momentos de angustia, inquietud y sufrimiento de los familiares» de los 44 submarinistas.
En tanto, ratificó que el incidente que derivó en la desaparición del submarino «fue una falla» y no «una emergencia», y descartó la hipótesis de «un ataque externo». «Para la búsqueda no hay tiempo límite; nuestro compromiso es continuar hasta agotar los medios disponibles a nuestro alcance y aprovechar la ayuda internacional», admitió el vocero de la Armada.
Sobre la relación con los familiares de los submarinistas, Balbi afirmó que «se asignó un suboficial a cada familia, para el contacto rápido, cercano, información y apoyo espiritual, que se eligió por cercanía, amistad y jerarquía».

Seis buques rastrean otra vez el área de la última comunicación

Mientras se aguarda la mejora de las condiciones climáticas para comprobar si tres contactos con el lecho marino se corresponden con el submarino ARA San Juan, seis buques volvían a rastrear hoy la zona en la que se produjo la última comunicación y el evento compatible con una explosión el pasado 15 de noviembre, cuando desapareció la nave.
Así lo indicó a el capitán Enrique Balbi, vocero de la Armada Argentina, en la conferencia de prensa ofrecida este mediodía en el Edificio Libertad, en la que señaló que no se descarta encontrar «nuevos contactos» que podrían revelar la presencia del submarino en el área de 40 kilómetros de radio y unos cuatro mil cuadrados que ya había sido rastrillada en su totalidad.
«Hubo algunos contactos que se hicieron con un sensor y otro buque con otro sensor no pudo encontrar. Por eso pudo haber pasado que un contacto directamente no pudo ser detectado», explicó, mientras que informó que en estos momentos rastreaban el fondo cinco buques argentinos y uno de la Armada de Chile.
En tanto, se prevé para el viernes y el sábado próximos las llegadas de los buques rusos y estadounidenses ‘Shanktar‘ y ‘Atlantis‘, respectivamente, con aparatos sumergibles capaces de llegar a m s all de los mil metros de profundidad. Balbi destacó que los tres contactos que resta comprobar rondan entre los 700 y los 800 metros de profundidad.

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