POLITICA

IMPERDIBLES REGIONALES

Un escandaloso espectáculo

Las múltiples acusaciones cruzadas en torno a la prórroga de endeudamiento de la Provincia con Nación desnuda lo escaso de ideas que se encuentra el arco político chubutense. El Ejecutivo que no cesa en pedir auxilio a la Nación para afrontar la situación económico financiera que atraviesa, sin dar señales siquiera de tener un plan para los próximos 24 meses que restan de gestión.
En tanto la oposición, representada por PJ-FpV, se dedica a discursear para la tribuna, apelando a un mensaje demagógico, que no le ha ganado la confianza de la ciudadanía, puesto que, en menos de dos años, el electorado pasó de darle la mayoría legislativa, a negarles una banca en el Congreso.
Mientras el oficialismo intenta encontrar el rumbo, la oposición más combativa se empeña en hacer el camino difícil, con el claro objetivo es demostrar que aún cuentan con una cuota de poder, mientras alzan la voz en el nombre de los trabajadores.
En medio de esa batalla quedaron los estatales, que la semana anterior no percibieron sus salarios por imperio de la puja de poder, que finalmente quedó zanjada este miércoles, dejando al desnudo las mezquindades que priman entre los legisladores, y el resultado fue el fracaso de la política. Porque en realidad de lo que se tarta la política es de poner por delante el bien común, y así como la semana anterior se acusaba al PJ-FpV de ser responsables por no tratar el endeudamiento, este miércoles el imperio de las manos derivó en que el debate culminara estrepitosamente. Después de todo, en medio del escándalo, con los estatales expectantes y sus bolsillos vacíos, los acuerdos llegaron igual, y hubo humo blanco en la casa de las Leyes, pero con el más fétido de los olores.

Sin filtro

Un duro cruce, protagonizaron el diputado del Frente para la Victoria, David González y la legisladora del Frente de Agrupaciones, Florencia Papainai, cuando el primero cuestionó al mackarthysmo por “su silencio”, y la diputada le respondió con fiereza.
González criticó a los diputados del Frente de Agrupaciones, porque le molesta que su voto, propicie el éxito del oficialismo en varias ocasiones, y este miércoles no fue la excepción, “los 14 votos, los tienen asegurados de acá hasta que terminen las sesiones”, dijo el dirigente sindical venido a diputado, y alzó la mirada a las barras esperando la ovación, que por cierto no se hizo esperar, ya que allí estaban apostados los dirigentes sindicales. “Es una situación mezquina y algunos estarán arreglando algunos carguitos”, insistió.
Semejante acusación no podía quedar sin respuesta, por tanto, la presidente del bloque aludido, Florencia Papaiani, respondió que, en la reunión del jueves de la semana anterior, con el ministro Oca, “acordamos un texto por unanimidad. Acá venimos a votar tres proyectos. Uno que reprograma la deuda, un endeudamiento y la necesidad de reestructurar el crédito presupuestario. Cuando vengan medidas de ajuste, ahí nos van a escuchar, no hay que mezclar todo”, dijo.
Pero eso no fue todo porque dirigiéndose a González, y levantando la voz entre los insultos que llegaban desde las barras, Papaiani, expresó que “cuando quiera podemos dialogar, están las puertas de mi oficina abiertas siempre. Porque estas cosas son de maricón, de mala gente”.

Sin sonrojarse

Habida cuenta de la gran cantidad de público presente en las barras, los muchachos de PJ-FpV, se aseguraron de justificar su negativa al endeudamiento, en claro esfuerzo por dejar establecido, que no era su responsabilidad que los estatales no percibieran sus salarios. Los legisladores del bloque opositor, sabiendo que el oficialismo ya contaba con los votos para aprobar el endeudamiento, decidieron expresarse uno por uno, para la versión taquigráfica.
Conforme se expresaban y cuestionaban al Ejecutivo, reclamaban por la falta de respuesta a los pedidos de informes y exigían la rendición de cuentas de los endeudamientos que acompañó la Legislatura, el índice de malestar de todos los presentes iba en aumento.
Los trabajadores, divididos entre los que reclamaban que se vote para poder percibir sus salarios, y los que acusaban al oficialismo de propiciar medidas de ajuste en su contra, aplaudían y rechazaban a medida que los legisladores se expresaban.
Con una mayoría de legisladores de extracción sindical entre sus bancas, los diputados del PJ-FpV hablaban en nombre de los trabajadores, esos mismos estatales a los que hace un par de años demonizaban desde los sillones del Ejecutivo.

El censor

Ante las críticas vertidas por el FpV al Gobierno Nacional por querer imponer “condiciones de ajuste”, el diputado por Cambiemos, Manuel Pagliaroni, salió al cruce afirmando que “el Frente para la Victoria tiene una gran responsabilidad”, dijo respecto del déficit de la provincia, asegurando que en la gestión que comandó Martín Buzzi, los recursos “fueron despilfarrados” aduciendo desmanejo de las finanzas.
Pagliaroni no sólo acusó a los legisladores del PJ-FpV de hipócritas y demagogos, sino que hizo lo propio con la dirigencia gremial al afirmar que hubo “complicidad de algunos sindicatos”, criticando una vez más la gestión de Martín Buzzi y quienes hoy ocupan bancas del justicialismo, y fueron funcionarios de ese gobierno.
Aparentemente el diputado ya no tenía interés de seguir escuchando a sus pares y pidió una moción de orden para que se cerrara el debate. La requisitoria fue puesta a consideración por el presidente de la Cámara, Adrián López. Y eso desató la furia de los legisladores del PJ-FpV que se abalanzaron ante la presidencia, con toda clase de improperios a López, Pagliaroni y cualquiera que los quisiera callar.
Así las cosas, cada legislador defendió su posición, apelando a discursos cargados de elocuencia vana, porque lo cierto es que desde el primer momento se sabía que el endeudamiento prosperaría, y todos, oficialistas y opositores, saben que la cuestión de fondo requiere de un debate mucho más serio y responsable que la proclama.

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