EN ARGENTINA HAY UN VACÍO LEGAL SOBRE EL TEMA

Fertilización: Nació un bebé de un embrión congelado hace 25 años

Ser padres es lo que más deseaban Tina y Benjamin Gibson, una joven pareja de Tennessee, pero no ha sido fácil conseguirlo. Debido a que él tiene fibrosis quística, que puede causar infertilidad, no pudieron concebir naturalmente, así que empezaron a valorar otras opciones cuando el padre de Tina le habló sobre la «adopción de embriones». Tras pensarlo y valorarlo decidieron intentarlo.
Acudieron al Centro Nacional de Donación de Embriones y se sorprendieron al saber que el embrión que habían adoptado había sido congelado el 14 de octubre de 1992, hace 25 años, año y medio después del nacimiento de la madre. Se trataría del embrión humano que ha acabado en un nacimiento exitoso que ha estado congelado durante más tiempo. Hasta el momento el más antiguo había permanecido 20 años conservado.

Un «bebé de nieve»

El embrión fue descongelado el 13 de marzo de 2017 para ser implantado en el útero de Tina. Los expertos resaltaron el gran logro que supone tener un embrión de esta edad que sobreviva al proceso de descongelación, y mucho menos que se implantara con éxito y haya resultado en un embarazo sano nada menos que 25 años después de haber sido congelado. Es «muy emocionante considerando hace cuánto tiempo se congelaron los embriones», señala la madre.
Tras un embarazo sin complicaciones el 25 de noviembre de 2017 nació Emma Wren Gibson, una preciosa niña que pesó 2,7 kilos y midió 50,8 centímetros.
A estos bebés, nacidos a partir de un embrión que permanece congelado se los llama «bebés de nieve». Están suspendidos, congelados, son vidas humanas potenciales esperando nacer. Emma ha nacido de un embrión que ha sido congelado junto a otros tres embriones hermanos del mismo donante de óvulos. «¿te das cuenta de que tengo solo 25 años? este embrión y yo podríamos haber sido mejores amigos», dijo Tina Gibson, con todo lo que ese interrogante y reflexión guarda.

Adopción de embriones

La donación de embriones es la técnica de reproducción asistida en la cual se transfieren embriones que llevan carga genética de otro varón y otra mujer. Es decir, no llevan los genes de los padres adoptantes. Simplemente el embrión donado es implantado en el útero de la madre que adopta.
Cada país tiene diferentes regulaciones en cuanto a la donación de embriones. En España, la ley permite congelar los embriones que no han sido utilizado durante un tratamiento de fecundación in vitro, si los padres así lo desean. ¿Por qué no adoptar embriones que están destinados a desecharse? que pueden ayudar a cumplir el sueño de una pareja como la de Tina y Benjamin?

En Argentina hay vacío legal

En Argentina, afirman que hay un vacío legal sobre los embriones congelados que no se utilizan.
Se estima que el 27% de las parejas los abandona y no se regula qué hacer con ellos. Qué pasa con los embriones que las parejas no utilizan luego de un tratamiento de fertilización asistida es uno de los vacíos legales que existen en la Argentina. A diferencia de Estados Unidos, donde hay un centro nacional de donación de embriones (NEDC, por sus siglas en inglés) que es público y se hace cargo del congelamiento de los embriones donados, en nuestro país cada centro define en forma particular con cada pareja qué hacer. Este es uno de los puntos que quedaron excluidos de la ley de fertilización asistida, que es una ley de cobertura, y por eso cada centro establece un criterio, siguiendo lineamientos dispuestos por las sociedades científicas y organismos internacionales.

Cómo se procede

Luego de un tratamiento, los embriones que no se utilizaron se pueden mantener congelados (en general las obras sociales cubren este costo, que ronda entre los 200 y 500 dólares anuales), se pueden donar para investigación, donar para otra pareja, o descartar.
“Siempre preferimos que se done, y muchas parejas aceptan hacerlo porque saben lo que significa pasar por todo esto”, explica el doctor Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico. Sobre la discusión ética en torno al tema, “la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentó posición y dijo que el estatus de persona se adquiere después de la implantación”, añadió el médico.
“En Argentina tenemos una situación compleja en torno a los embriones porque no hay una respuesta desde el ámbito público, que esperábamos que se resolviera con una ley y esto no fue así”, explica la doctora Stella Lancuba, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva y directora del Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva. “Hoy es posible transferir, donar para otras personas o para investigación bajo un protocolo estricto o descartarlo. Pero debe haber un compromiso del Estado en este tema”, enfatiza.

Tarea para legisladores

En concreto, ya se han presentado proyectos de ley en este sentido. Pero todos perdieron estado parlamentario antes de llegar al recinto. Es que, el debate ético en torno al tema es lo que dificulta su tratamiento. “Es un tema que nadie quiere tocar. Todos los proyectos de ley se caen por eso. El gran punto de discusión es la disposición de los embriones congelados”, afirma el doctor Sergio Papier, director médico de CEGYR y presidente del comité ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva.
“Desde el punto de vista jurídico se interpreta que el embrión no implantado no es una persona”, añade Papier. En tanto, el artículo 20 del nuevo Código Civil y Comercial entiende por concepción el plazo que corre entre el mínimo y máximo para el embarazo, vinculando la noción de concepción con la de embarazo.
En CIMER el año pasado realizaron un estudio para analizar la problemática de los embriones abandonados, que según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva se produce cuando “los padres respectivos han perdido contacto luego de 5 años de producido el congelamiento”. Lancuba cuenta que el trabajo realizado en 2016 estableció que un 27% de las parejas abandonaron embriones en los centros. “El gran problema es que nosotros, los centros, no podemos definir el destino. Entonces continuamos con el almacenamiento a cargo de la clínica. No los descartamos hasta que el Estado intervenga, es una conducta responsable hasta que haya un marco regulatorio”, explica la médica.

Qué opinan los pacientes

En ese mismo trabajo también consultaron a los pacientes sobre qué destinos les quieren dar a los embriones, a lo que le 37% respondió que estaría de acuerdo con donarlos para otras parejas y un 40% con donarlos para investigación, en caso de no ser utilizados. «Pero nos está quedando un remanente importante de indecisos y ahí es donde se produce el abandono, ahí es donde se requiere una respuesta del Estado», enfatiza Lancuba.

Fuentes: Bebés y mas; NA.

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