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Efecto Trump: así serán las consecuencias para las marcas presentes en su investidura

Todo aquel que quiera participar en la carrera hacia la Casa Blanca debe contar con un buen número de aliados que ayuden a financiar las largas y costosas campañas electorales.

En ocasiones estos donantes son particulares que comulgan con la ideas del candidato pero otras veces también son las propias marcas las que se implican.

En este sentido, Donald Trump tiene mucho que agradecer a algunas como Chevron o AT&T, quienes han contribuido al acto de investidura aportando entre 25.000 y 1 millón de dólares.

Aunque la polarización de la figura de Trump es todo un riesgo por el que algunas compañías como New Balance, Boeing y L.L. Bean han pagado consecuencias en los últimos meses.

Dada la situación, desembolsar miles o millones de dólares a la causa política del republicano podría parecer un auténtico suicidio.

Pero, ¿es la asociación de las marcas a Trump realmente tan dañina como parece?

Digiday se ha propuesto responder a esta pregunta preguntando a los propios protagonistas, los marketeros.

“Para muchas marcas es un riesgo muy calculado en función de los intereses de sus negocios y de sus accionistas. Si eres una compañía implicada en negocios con el gobierno, apoyarlo será un punto a favor”, comenta Andrew Gilman, chief executive de la firma de comunicación de crisis CommCore Consulting Group.

Para Max Lenderman, fundador y CEO de la agencia de marketing School, se trata simplemente de un buen negocio al recibir a cambio de las donaciones algún que otro beneficio para sus negocios.

Es por esta razón por la que muchas compañías que habían rechazado vincularse al Partido Republicano, ahora sí participen en el acto de investidura como UPS y JPMorgan Chase.

“Todas estas son compañías enormes que entienden la dificultad de conseguir la creación de políticas que sean beneficiosas para ellos. No es tanto una cuestión de marketing como de negocios”, añade Lenderman.

Pero a esto se le suma el posible miedo de muchas marcas al boicot de Trump que no tiene reparos en derrumbar la reputación de cualquier compañía que vaya en contra de sus intereses a golpe de tuit.

Aun así, el impacto de estas amenazas digitales del presidente electo no parecen tener tanto calado en el público como pudiera parecer a juzgar por los análisis de la firma Amobee.

Pero a pesar de no ser la situación tan mala como aparenta, Robert Passikoff, fundador y presidente de la marca de consultoría Brand Keys aconseja a las compañías precaución a la hora de involucrarse en política.

Una advertencia que también comparte Scott Linzer, vp de la agencia de medios iCrossing, quien destaca que si las marcas van a embarcarse en la aventura política “deben escoger sus mensajes de manera inteligente centrándose en la unificación, la inclusividad y la pluralidad; respondiendo proactivamente tanto al feedback negativo como al positivo y, sobre todo, con autenticidad”.

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