La familia de Donnini insiste en la inocencia del taxista
La esposa de Danto Donnini, único imputado por el homicidio de Diana Rojas, decidió dar a conocer una serie de amenazas presuntamente recibidas en su teléfono celular particular. Además de haber descrito varios episodios en los que tanto su abogado, Gustavo Castro, como así también su cuñado, fueron presuntamente amenazados, a través de mensajes de texto, y vía pública, según su relato.
En un viraje de la estrategia defensiva, el entorno de Dante Donnini salió a visitar los medios de comunicación para señalar que son víctimas de “hostigamiento” por parte de desconocidos, con sendas denuncias realizadas en el Ministerio Público Fiscal.
Durante su última declaración ante el juez Marcelo Orlando, el acusado por el crimen de la estudiante aseguró no haber hablado antes por temor a lo que pudiera ocurrirle a sus familiares, entre ellos su esposa, Miryam Reynoso, y sus hijos.
Sin embargo, la versión del taxista, calificada como “insólita” por parte de la Fiscalía y la Querella, se enmarca en una serie de datos y situaciones que podrían apuntar una línea de investigación paralela a la que sustenta la hipótesis oficial.
Presuntas amenazas
Con fecha del 2 de agosto de 2016, la denuncia realizada por Reynoso ante el Ministerio Público Fiscal, apuntó a los mensajes recibidos y expresó que “vengo a denunciar que estoy recibiendo amenazas por mensaje de texto a mi celular. Más específicamente, recibí el día 25/07/2016, a las 09:49 horas, un mensaje que textualmente dice: “desile al lloron de tu marido que cierre el culo que no se le ocurra declarar o no va a importar donde esta te lo van a llevar en un cajon degollado que cierre el culo el cagon ese”. Asimismo recibí otro el día 31/07/2016 a las 17:59 horas “hace una semana te dije que el puto de tu marido que cierre el orto ahora te lo vamos a cortar todo puta haber si le quedan ganas de hablar cómprate el cajón”.
Amenazas por mensaje
Por otro lado, Reynoso denuncia en la fiscalía en nombre del ex juez Gustavo Castro, ya que sostiene que el abogado también fue intimidado, pero el letrado no formuló la denuncia, sino que su nombre lo dejó sentado la esposa del imputado de homicidio.
“Quiero dejar constancia que el abogado de mi marido el Dr. Castro también ha recibido los mismos mensajes. Que en textuales dicen 25/07/2016 a las 09:52HS: “hola gato desile al lloron del tachero que se olvide de lo que vio que no declare que se coma la causa o algunas de sus mujeres aparecen violadas por ai te quedo claro que se cuide con la boca o termina muerto”, dice el relato de la denuncia donde en este caso la víctima de la amenaza sería el abogado Castro, pero quien lo hace publico es la mujer de Donnini, y no el propio defensor en el que presuntamente le lanzan una serie de improperios de grueso calibre.
Apunta a las psicólogas
En este sentido, Reynoso volcó en su denuncia que “yo relaciono al segundo mensaje con que la semana pasada mi marido estuvo con las psicólogas y contó todo con lujo de detalle. Antes nunca había recibido ningún llamado ni mensaje de este estilo. Lo que sí quiero dejar constancia, un hecho que llamó nuestra atención, que es que la semana pasada se hizo presente en el trabajo de mi hija, la fiambrería ‘El Rey del Queso’, ubicada en calle Alvear calle Yrigoyen, una persona de sexo masculino con su cara tapada con un pasamontaña y un cuellito y este se quedó parado en la puerta, que al observar que ingresa la compañera de mi hija, se retira del local, pero que los minutos que estuvo ahí parado, nunca tuvo intenciones de comprar”.
Más amenazas
Por otro lado, la esposa del imputado relató que “asimismo, quiero dejar constancia de la situación vivenciada por mi cuñado, el señor Donnini Juan, cuando fue interceptado de frente por un rodado de similares características a un Gol Trend, de color azul, del cual desciende una persona de sexo masculino de apariencia mayor de edad, a quien no se le apreciaba el rostro completo, el cual se acerca y lo golpea con un arma de fuego en el pecho, mientras le decía textualmente: “deja de investigar vos y tu hermana, porque van a terminar como Diana Rojas”. Finalmente, en el documento, la esposa de Dante Donnini pidió “solicitar de ser posible algún rondín policial por mi domicilio”.
Qué dijo el fiscal del caso
Recientemente, en diálogo con un medio televisivo local, el fiscal de la causa, Daniel Báez, precisó que “es cierto que, en su momento, un familiar de él hizo una denuncia, luego hicieron otra de unas llamadas anónimas, pero nunca hemos tenido conocimiento nosotros, o la Policía, de algún hecho de gravedad que ponga en peligro la vida de la familia de Donnini”.
Consultado sobre lo dicho por el propio imputado en su última declaración, quien había señalado que esperaba que su familia estuviera resguardada para poder declarar, el fiscal respondió que “nunca pidió nada; la única vez que se lo escuchó, donde fue una versión de los hechos, fue cuando declaró allá por el 24 de mayo, donde da una versión que hoy (por la última audiencia) cambia totalmente”.
Cambio de versión
Durante la última audiencia, el imputado por el crimen de la estudiante prestó declaración y describió un relato totalmente opuesto al que había manifestado la primera vez en que se sentó en el estrado ante el juez Orlando.
Donnini contó cómo Diana Rojas, entonces de 25 años, subió a su auto aunque no pudo precisar si había salido o no de su departamento; luego, relató cómo el taxi fue interceptado por un Ford Ka color gris, del cual descendió un individuo y le dijo a la posterior víctima que “tenemos que terminar de hablar”.
Seguidamente, el taxista describió lo que luego calificó como una “odisea”, la cual involucraba, según indicó, dos camionetas, una de ellas un utilitario y otra “una Ford Ranger negra”, en una de las cuales se habrían dirigido hacia el acceso al barrio Solanas, para luego regresar él y uno de los sujetos al centro de la ciudad, mientras que Diana se habría quedado con una segunda persona cerca de dicha zona.
A su vez, la esposa de Donnini criticó días atrás que “no aparezcan” los registros de las cámaras de la estación de servicio YPF ubicada en avenida Gales y Juan B. Justo, así como también las de la parada de taxis del Ruca Hué, evidencias que podrían situar a su marido lejos de la escena del crimen, de acuerdo a lo que sostuvo.