Miguelito comenzó en el Instituto FLENI de cero su tratamiento
Este jueves pasado, Miguelito, el niño de 5 años que había venido de México para conocer a los pingüinos y que producto de un accidente quedó internado en estado crítico en el hospital de Trelew, logró finalmente ser trasladado a la ciudad de Buenos Aires e ingresar al Instituto Fleni para recibir un tratamiento especializado antes de poder regresar a su país natal.
Su padre, Jaime Tello Cisneros, contó que “ahora comienza una nueva etapa para Miguelito, ya que los médicos de allá nos dijeron que es empezar todo de cero con él, como si fuera un paciente en estado vegetativo, pero nosotros vimos en Trelew que tenía estímulos frente a algunos estudios”, pero “aunque para nosotros está evolucionando, los médicos dicen que tienen que hacer nuevos estudios y como para ellos es un paciente nuevo, todo empieza desde cero”, detalló.
Diagnóstico y evolución
Además, puntualizó que el accidente que “sufrió camino a Punta Tombo, la reserva de pingüinos ubicada a 107 kilómetros de Trelew, provincia del Chubut, le dejó secuelas importantes y que hasta el momento le realizaron tres operaciones que logró pasarlas con éxito”.
Consultado sobre la evolución de su hijo, Cisneros, afirmó que“hay que esperar, eso es lo que nos dicen los médicos y ahora hay que comenzar todo de cero porque en el Fleni trabajan con otras técnicas y otros tratamientos” y prosiguió: “si bien nuestro hijo no puede hablar, nosotros sabemos que nos escucha y lo notamos muy atento a los estímulos exteriores, pero es como si ahora tuviéramos un bebé de tres meses a nuestro lado”.
En este sentido, expresó: “como familia nos sentimos muy tristes, es una etapa muy difícil, pero nuestro enfoque y lo que nos hace fuertes es sacar a Miguel adelante como podamos”.
El accidente
Al momento del accidente “Miguelito”, viajaba sin cinturón de seguridad en el auto que lo transportaba, por lo que ocasionó que el niño saliera despedido del vehículo provocando una lesión en el pulmón derecho y daño en el tallo cerebral, según diagnosticaron los profesionales que lo asistieron.
Sin embargo, los médicos detallaron que lo más grave “es el daño axonal difuso, un golpe fuerte en la cabeza que mata la conexión de las neuronas y hace perder los sentidos”, por esta razón era la urgencia de su derivación al centro de recuperación de Buenos Aires.
Si bien el deseo de sus padres es “trasladarlo a su país para continuar con su rehabilitación”, los profesionales aseguraron que no es conveniente trasladarlo en principio hasta dentro de cuatro meses “debido a que en su estado actual, Miguelito no soportaría más de dos horas de viaje en avión, nisiquiera en uno sanitario”.
El viaje había empezado en el mes de marzo, en un crucero, con el matrimonio, Miguel, su único hijo, y la abuela paterna del chico, Eulalia Cisneros Martínez, con el fin de llegar a Punta Tombo, para conocer a los pingüinos. Para llegar habían contratado a través de una empresa turística de Madryn el traslado en un auto, pero en el camino a la reserva, en el tramo que estaba asfaltado, el auto que según Jaime iba a alta velocidad, “mordió la banquina, volcó y dieron al menos cuatro tumbos”.
Costos del seguro y tratamiento
La familia proviene de Acapulco, México. Jaime es abogado y trabaja en una empresa de reciclaje, y su mujer es empleada. Antes de viajar, contrataron un seguro de un millón de dólares con una tarjeta de crédito. La contestación, cuando Jaime reclamó que le paguen fue, para él, deplorable: “La rehabilitación es innecesaria, me dijeron, es decir que dieron a mi hijo por muerto”. También dijo a través de un medio gráfico de Buenos Aires, que fue amenazado por gente vinculada al turismo de Madryn, “no te conviene decir muchas cosas de este tema. Acá en la Patagonia la gente desaparece fácil”, le puntualizaron. Se queja de la poca atención de funcionarios de salud y turismo, y dice que desde la Embajada de México “sólo recibí palabras. Y yo no necesito palabras, necesito decisiones y hechos”.
El tratamiento de “Miguelito”, en el Instituto Fleni de Buenos Aires, cuesta por 56 días de internación 850 mil pesos y hasta el momento “lograron juntar 400 mil gracias a la solidaridad de la gente de México y de Chubut que ayudaron a través de las redes sociales”.
En este contexto, el padre puntualizó: “nosotros teníamos nuestra cobertura médica y nunca fue nuestra intención ser una carga para nadie”, y agregó: “desde el consulado de México estuvieron comunicados con nosotros desde el primer momento del accidente para saber cómo estábamos nosotros o para consultar sobre la evolución de Miguel, pero en cuanto aportes económicos nunca recibimos ninguna colaboración de ellos, claro que no están obligados a hacerlo”.
Miguelito
En cuanto a “Miguelito”, es un niño de 5 años, “activo y feliz”, detalló su padre y aseguró que siempre le dieron cuanto pudieron. “Estamos muy tristes y desolados, lo único que deseamos es que el salga bien, que se recupere pronto y lo podamos llevar a casa”.
Según contó Cisneros, el chico estuvo cara a cara con la muerte en varias oportunidades. “Antes de nacer mi mujer rompió bolsa, perdió mucha sangre. Fuimos al hospital y le dijeron que debía abortar. No quisimos. Nos mandaron a casa a la espera que el corazón del bebé dejara de latir. Pero un milagro hizo que la bolsa se recompusiera y Miguel nació normalmente”.
Pero no fue todo. Antes de cumplir tres años, “se cayó desde cuatro metros y golpeó su cabeza contra el cemento. Tuvo fractura de cráneo. A los seis días salió caminando del hospital”. El padre contó una historia más, “hace un año salíamos de misa y nos atropelló una camioneta. Al único que tomó de lleno con el paragolpes fue a Miguel. Estuvo tres días en el hospital. ‘Me quiero ir a mi casa’, les dijo a los médicos. No querían, pero al final aceptaron. Esta es una más, la está peleando. Es muy fuerte y va a salir”, expresó el papá.