Aviso `clasificado´

Por Juana de Arco*

Ya decía Gabriel García Márquez que “Macondo no es tanto un lugar, como un estado de ánimo” al referirse a ese espejismo literario magistral que hizo de su Aracataca natal, donde todo, absolutamente todo, era posible. Y también lo contrario…
Fue ayer a la mañana en Madryn, pero podría haber sido en aquella Macondo si no fuera por la tenue imagen que da fe territorial, donde terminó generándose uno de esos revuelos callejeros que nunca son por casualidades.
En una vereda a la que no le faltan baldosas pero tampoco está pareja, un perro casi hizo caer a un anciano. El anciano dio contra una jovencita que circulaba en sentido contrario que atinó a sostenerlo dificultosamente, pero no sin trastabillar casi un metro, y golpear pesadamente contra una vidriera. La mujer que estaba adentro del comercio probándose el calzado salió a ver qué pasaba con un zapato de cada clase al ver que se amontonaba la gente y ante el estruendo del vidrio. La empleada, creyendo que la mujer se iba por error con un chapín de cada par de oferta también salió tras de ella, y en el apuro derribó un exhibidor con ojotas. Dos personas se agacharon a ayudar a juntar el desbande y a un hombre se le cayó el celular del bolsillo y se le apagó. Afuera, el perro cruzó la calle asustado y casi logra que un auto se estampe de lleno contra un patrullero estacionado en doble fila. Comenzaron las bocinas, y los que tenían que avanzar porque el semáforo estaba en verde, se quedaron varios minutos petrificados. Un hombre perdió el turno en el cajero, y otro no llegó a entrar al banco. El anciano que tropezó ya estaba por la esquina cuando se dio cuenta que se torció feo el pie izquierdo. La chica que lo atajó llegó tarde al colegio y todavía le dolía el codo del golpe. La mujer no compró nada. De las ojotas desparramadas se perdió una. El perro le orinó una rueda al patrullero y enfiló para la costa. Pero algo quiso que al tipo que se le apagó el celular al golpear el piso, le volviera a encender, y sin querer queriendo sacó una foto. La que usted puede ver en esta página.
Un instante fuera de foco, pero no tanto, analizando el sentido de la oportunidad.

La fotito que faltaba

Justo en la puerta de la agencia del diario más importante de la Provincia, donde estaba remera celeste y acompañado, sonriente y un poco apurado, terminando un diálogo coloquial, el ex intendente Carlos Tomás Eliceche.
La estampa circuló rápidamente entre una vecindad preocupada por tanta cadena de eventos, y no tardaron en llegar las especulaciones por los más variados soportes.
Nadie tenía la certeza que había ido a hacer el ex funcionario a ese Diario, sobre todo después de declamaciones tan tajantes que ha tenido el matutino sobre su actuación en el caso Alpesca y la causa que roza al empresario públicamente respaldado por Eliceche, Omar “Cura” Segundo ; y a días de autointitularse el periódico -con todo derecho- un precursor en la lucha contra el narcotráfico.
En fin, con el desbande que ya había en la calle y en esa vereda para esa hora, al hombre se le ocurrió rescatar la imagen para engrosar el anecdotario de causalidades de la Macondo chubutense, y enviarla.
Vanos fueron los esfuerzos por saber el motivo de la amigable visita de Eliceche al diario “de mayor tirada de la Patagonia”. Hay quienes afirman que el ex funcionario fue buscando dialogar con algún amigo interno sobre el ex gobierno, y sobre todo buchonear a los imputados en la causa de los 10 millones (léase Buzzi, Dufour, Zudaire), que es la que espera no lo alcance de lleno el segundo semestre de 2016.
Otros especularon con que en realidad fue a poner una publicidad que anuncie el traslado de su agencia de quiniela de la calle 28 de Julio a la Sáenz Peña. Argumento raro porque a un quinielero no hay que avisarle donde está la cueva que le trae suerte o no. Agencia que por cierto es todo un botín de guerra y un premio mayor para Eliceche, que nadie sabe como mantiene, luego de su acomodaticio paso por el buzzismo y las complicaciones que le viene trayendo al gobierno dasnevista con operaciones permanentes a través de sus `soldados´ legislativos.
No faltó quien agregara la versión de que en realidad Eliceche fue con la excusa de llevar `letra´ del Club de sus amores que el finde se alzó con un fino triunfo contra los cordobeses, lo que generó gran expectativa para los fanáticos. Aunque tampoco faltó la hipótesis que habría ido a aclarar cuál será la empresa de estiba beneficiada que reemplazará a Socia en la estiba de aluminio, y donde él, por supuesto, no tendrá nada que ver.
Sin embargo, para los que conocen bien a `El Ganso´, solo hay dos probabilidades concretas: que haya ido por `fama´ o por `dinero´. O sea, a testear el humor periodístico y buscarle la lengua a los periodistas nuevos, y/o a realizar un `delivery´ monetario que solo él suele hacer en persona, y en ámbitos lo más expuestos posibles ya que según su teoría es que son los `menos sospechados´, dicen los conocedores.
Como sea, lo que quedó claro es que el ex director de Banco, al que lo podría rozar ahora una investigación en marcha por contratación de publicidad y un institucional que alcanzó el millón y medio de pesos, no abandonó la política, ni los negocios, ni la fama, ni se deshizo de viejos nuevos amigos, ni deja de frecuentar los medios.
También habría podido haber ido por un aviso clasificado de esos comunes “se ofrece influencia”, “se necesita socia”, “se busca prestigio”, pero nada de eso sucedió, si de hecho además, no lo publicara el diario más importante de la Provincia.
Todo se apagó a mitad de tarde cuando se debió trasmitir a los vecinos que preguntaron por la cuestión, versión que volvemos a reforzar desde esta humilde columna: No fue nada, apenas un espejismo de todo lo que puede ser y lo contrario, en la tumultuosa realidad de una vereda de una ciudad que no existe, como Macondo o Narcolandia.

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, de don José, fiel del Furia y ceniza de tantos…