Perfil psicológico de quienes comparten frases en Facebook

Un estudio sugiere que las personas que comparten frases inspiradoras serían menos inteligentes que aquellos que postean otras cosas; existen test gratis y online que indican cómo es la personalidad de un usuario en función de cómo utiliza Facebook y Twitter.
Es imposible esquivar con la vista los carteles que invaden las redes sociales. En todos los casos se trata de frases cortas que se presentan como verdades reveladas: Cuando una mujer te pregunta algo, no le mientas, si te lo pregunta es porque ya sabe la verdad. Cuando dejes de buscar físicos perfectos, vas a encontrar corazones hermosos. Algunas personas aman el poder, otras tienen el poder de amar.
Los viejos Power Point que antes circulaban por correo electrónico con decenas de diapositivas y hasta musicalizados se transformaron, con la gran popularidad que tomaron las redes sociales, en verdaderos collages en los cuales se funden frases «inspiradoras» con paisajes, figuras religiosas o, en el mejor de los casos, fotos de bebés o cachorros de distintas especies. «Antes de la existencia de las redes sociales mucha gente prestaba atención a enunciaciones «profundas» en otros formatos, desde el I-Ching hasta los aforismos de José Narosky», opina Ignacio Perrone, un sociólogo que actualmente se desempeña como Industry Manager de Digital Transformation en la consultora Frost & Sullivan.

Profundas, pero superficiales

Hace un año, la gente de Buffer (una aplicación para compartir contenido en forma automatizada en Facebook y Twitter) recabó información sobre el porqué de nuestro interés en la redes sociales; varias encuestas sugieren que a la gente le gusta compartir contenido porque les parece interesante y les permite autodefinirse: mostrar su pensamiento de manera indirecta. Y tiene, quizás, algo de narcisismo: entender la profundidad y complejidad de la vida, compartirla condensada en una frase. Pero también de motivación: inspirarse en el pensamiento del otro para resolver una duda propia y pasar a la acción.
Intrigados por este fenómeno, científicos de la Universidad de Waterloo, en Canadá, estudiaron el perfil de estas personas que comparten este tipo de frases. Su conclusión: quienes toman a estas frases como profundas tienen, en general, menos habilidades cognitivas y cuentan con una fluidez verbal inferior, comparándolas con aquellos que no publican este tipo de material, ni se quedan reflexionando sobre ellas cuando las leen.
Incluso la investigación, llamada Sobre la recepción y detección de tonterías pseudo profundas, indica que las personas que difunden en las redes estas frases que parecen contener mensajes sabios «son más propensas a las creencias religiosas, paranormales y conspirativas». De más está decir que el estudio trajo polémica: no todos creen que se pueda tomar una posición concluyente sobre el tema.

Reflexionar antes de compartir

Los científicos solicitaron a más de 800 participantes que clasificaran varias frases del médico y escritor Deepak Chopra en una «escala de profundidad». En realidad, en algunos casos no se trataba de oraciones reales sino que eran palabras colocadas al azar, pero que leídas rápidamente podían parecer reflexivas y trascendentales. La mayoría de los participantes no pudo diferenciar las frases reales de las inventadas.
Por este motivo, los investigadores recomiendan a los usuarios de las redes sociales reflexionar y a ser críticos sobre lo que leen y comparten.
Consultado al respecto, el sociólogo y periodista Andrés Kilstein dijo que hay muchos tipos de profundidades: «Aunque habría que evaluar cada frase en su singularidad, lo cierto es que hay un polo de «profundidad superficial» que toma inspiración en los lugares comunes del género autoayuda y un polo opuesto de «profundidad íntima» que busca un acercamiento sensible a cierta ineludible condición humana», analizó.
Siguiendo esta línea, Perrone considera que es arriesgado tomar un solo estudio como indicador de una verdad científica: «Se necesita más evidencia ya que un solo estudio no es suficiente. Además, es poco probable que una sola variable, que en este caso sería el comportamiento en las redes sociales, sirva para medir el nivel de inteligencia de una persona», concluye.

Otros recursos para auto-conocerse

Más allá de esta investigación, si una persona quiere realizar un test para conocer cómo son sus habilidades cognitivas y su capacidad para realizar razonamientos lógicos puede realizar el examen online MyIQ Intelligence Test, de la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Para eso solo hay que responder 29 ítems entre preguntas y ejercicios en 40 minutos.
Otra opción sin costo es la herramienta IBM Watson Personality Insights, que analiza blogs, tweets, o cualquier otro texto para arrojar en cuestión de segundos una descripción detallada de la probable personalidad del autor de los párrafos ya sea que estén escritos en español o inglés. Con el mismo objetivo se puede realizar en 10 minutos el examen My Personality 100-item, también puesto a disposición del público por la Universidad de Cambridge, que ofrece una interesante variedad de test psicométricos, para que quien tenga interés en conocer más sobre uno mismo, según lo que publica en el mundo online.

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