Convocaron a un “apagón del consumo”, pero la gente fue igual a los supermercados
La semana pasada, a través de las redes sociales la Asociación de Defensa del Consumidor “Protectora” realizó un llamado a “no comprar en los supermercados” el viernes 4 de diciembre, en respuesta a los excesivos aumentos que registraron varias cadenas de compras. La convocatoria fue extensiva a todas las provincias del país, pero muchos de los grandes comercios registraron igual o menor cantidad de clientes y las largas filas dieron cuenta de un mensaje que no logró surtir un efecto en una sociedad que aún no protege su consumo, como sucede en otros países.
“Compremos en otro lado”
El su mensaje, la asociación sostuvo que “queremos seguir construyendo el rol activo y colectivo del consumidor de modo que convocamos desde la sociedad civil, sin baterías partidarias, sin acciones agraviantes contra nadie, a este nuevo apagón para que no nos sigan metiendo la mano en los bolsillos. Queremos decir ‘¡Basta!’ a las cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante” e invitó “a todos los consumidores argentinos que difundan la convocatoria y que el viernes 4 de Diciembre de 2015 compremos en otro lado si nos hace falta, pero a los supermercados no vamos”. A pesar de la viral difusión del pedido de Protectora a través de las redes sociales, la convocatoria pareció surtir un efecto inverso al buscado. A modo de ejemplo, durante la noche del mismo viernes, la sucursal del hipermercado Carrefour ubicada en avenida Gales 1315 registró una inusual cantidad de clientes y largas filas de compradores que aguardaban para abonar sus productos. Graciela, empleada de 47 años y residente en Puerto Madryn, quien se encontraba en la fila de una de las cajas, afirmó que “no estaba enterada” del pedido de Protectora, a la vez que lamentó que los precios de algunos productos “hayan subido tanto en los últimos días” y atribuyó dichas subas a la incertidumbre por el cambio de gobierno. A su vez, las respuestas de algunos clientes fueron variadas y, si bien muchos de ellos coincidieron en que el aumento de precios se debe en parte a una especulación del empresariado de cara al escenario económico que enfrentará el nuevo gobierno, otros como Martín, de 31 años de edad y Noemí, de 39, reconocieron que compraban productos en mayor cantidad para “ganarle” al aumento de precios, es decir para acumular más productos en sus hogares antes de un nuevo incremento.
Qué dicen algunos comerciantes
Uno de los factores de mayor impacto ha sido el aumento de los insumos que abastecen a los comercios de Puerto Madryn. En este sentido, dicho incremento se trasladó de manera inevitable a los precios de los productos destinados al consumidor final. Consultada al respecto, una empleada de una conocida panadería de la zona céntrica de la ciudad comentó que “aumentó todo, no sólo la harina sino también los fiambres y los aderezos”, e incluso relató que “la empresa que provee las bolsas de nylon, que es de Buenos Aires, había dejado de enviarlas porque aumentaron el precio en un 40 por ciento”. Además, agregó que desde la empresa intentaron evitar que el fuerte incremento en insumos y materia prima se trasladara a los productos que comercializan, entre ellos facturas, masas finas y secas y sándwiches de miga, pero que inevitablemente tuvieron que modificar la sostenibilidad del negocio. Por otra parte, los aumentos en los precios no sólo impactaron en los productos que componen la canasta básica de los ciudadanos, sino también en otros rubros como por ejemplo el de la venta de autos usados. Al respecto, uno de los encargados de una concesionaria de vehículos con varias sedes en Puerto Madryn comentó que “mes a mes se modifican los precios de los autos” y que “antes era en promedio un tres por ciento mensual, pero ahora es difícil establecer un número fijo porque todo ha aumentado drásticamente”. Sin ir más lejos, el vendedor explicó a modo de ejemplo que un vehículo Renault Clio modelo 2008, que en octubre tenía un valor de 100 mil pesos, a ya alcanzaba los 108 mil un mes más tarde, es decir un 10,8 por ciento más, casi tres veces el aumento que se venía aplicando cada treinta días. Sobre esta línea, el empleado de la concesionaria manifestó que hay una “grave preocupación en el sector porque se está a la expectativa de una posible devaluación brusca” que podría perjudicar dicho mercado.
Alternativas
A partir de aumentos de hasta el 30 por ciento en los precios de algunos artículos de primera necesidad y alimentos, el Observatorio de Precios de la Secretaría de Comercio de la Nación afirmó que el escenario responde a la expectativa por parte de los empresarios frente a una devaluación que implementaría el gobierno de Mauricio Macri a partir del 10 de diciembre. En un informe recientemente publicado, el organismo señaló que empresas como Arcor registraron incrementos entre el 15 y el 20 por ciento, mientras Molinos Río de la Plata lo hizo en un 12 por ciento “con un máximo del 20 por ciento en harinas”, además de empresas como Unilever y Quilmes, que ajustaron sus precios entre el 10 y el 20 por ciento. El comunicado, titulado “Evolución de Precios y Cambio de Gobierno” remarcó que “la posibilidad de una devaluación, quita de subsidios, quita de retenciones y medidas similares que impactarán desfavorablemente en los salarios reales y en los precios” serían las causas de las subas en los productos de distintos rubros. A su vez, la publicación indicó que luego del balotaje del domingo 22 de noviembre, se verificaron aumentos de precios, en ocasiones superiores al 20 por ciento, en los rubros de Alimentos, Bebidas, Lácteos, Perfumería, Medicamentos y artículos para la construcción “sin que hubiera variaciones de costos que los justifiquen”. Esto último marcaría la postura del Observatorio, que apunta a una especulación por parte de los grupos empresarios de cara a la asunción del nuevo gobierno y el complicado escenario financiero que deberá enfrentar, al tiempo en que uno de los mayores desafíos será estabilizar la economía sin que ello impacte de manera certera sobre el poder adquisitivo de los salarios. Un escenario difícil de sortear, en el marco de precios que continúan aumentando muchas veces de forma injustificada, y de una población que aún no encuentra la consigna adecuada para proteger su consumo y, consecuentemente, su bolsillo.
Hasta un 25 por ciento
El representante legal de la ONG Protectora Asociación Defensa al Consumidor, Mario Badillo, dijo que el «apagón al consumo» por 24 horas en todos los supermercados del país fue por el aumento de precios que, en promedio, «alcanza el 25 por ciento».
Badillo denunció que «las empresas suben los precios y de esta manera crean un estado de convulsión social». Pidió que la gente compre en minimercados, carnicerías, y verdulerías. «Estos señores de los supermercados no pueden avivarse con nostros», indicó.
En ese sentido, consideró que el consumidor tiene un poder enorme de no comprar.
«El precio de la harina aumentó 100 por ciento y eso genera una escalada en los precios de los alimentos de primera necesidad», sostuvo. Además, dijo que subió la carne y los lácteos, «todas cosas básicas para el hogar».
Protectora, es una Asociación Nacional de Defensa del Consumidor, sin fines de lucro, que tiene por finalidad la defensa de los derechos, la información y educación de los usuarios y consumidores. Por tal motivo goza de legitimación y Personería Jurídica en la Provincia de Mendoza, de donde es originaria, con independencia de toda empresa, gobierno o actividad lucrativa.