La Gerencia General a cargo de Marcelo Ramírez que venció en julio de 2015, fue ahora prorrogada hasta noviembre de 2015 con las firmas del Presidente del Banco, Osvaldo Luján y del director Carlos Eliceche.
Además se decidió aumentar sus honorarios y de forma retroactiva al 1 de enero de 2015, a un valor de 155 mil pesos.

El dato no es menor habida cuenta la situación que enfrenta la entidad con intervención judicial incluida por presuntas irregularidades en contrataciones. Hasta ahora no se sabía si la continuidad en el cargo de Ramírez tenía aval del Directorio o si se mantenía en la zona por voluntad propia. Ahora apareció la Resolución de Directorio 589/17 c/15 por la que se le prorrogó el contrato por un período de cuatro meses empezando a contar de agosto de 2015 “feneciendo de pleno derecho el día 30 de noviembre de 2015, estableciendo como honorarios la suma de pesos 155,717 mensuales, mas IVA de corresponder”, dice el documento.
Además en los considerandos se decide “aprobar lo actuado (sic) respecto al `incremento´ de honorarios con reconocimiento retroactivo al 01/01/2015 efectuado a través de la adenda suscripta (…)”

Contrataciones investigadas

El disparador para que el mes pasado el Banco del Chubut fuera allanado, se debió a la polémica contratación directa de un asesoramiento cuestionado por los propios auditores de la entidad. Se trató de los servicios de la consultora Graciela Adán y Asociados S.A. cuyos servicios se aducen venidos de la mano precisamente del Gerente General, Marcelo Ramírez.
Este nuevo directivo saltó por sobre todos los empleados de carrera de la entidad y llegó desde Buenos Aires para sentarse en el sillón que había dejado libre el ex Gerente General, Jorge Giacomotti, un antecesor que contaba con el padrinazgo de Oscar Antonena, quien no llegó a la presidencia de la entidad por la oposición legislativa.
Al asumir el contador Osvaldo Luján la presidencia del banco en lugar de Antonena, desistió de los servicios de Giacomotti a pesar de su “experiencia y amplio currículum como especialista financiero” según sus promotores. Esa determinación le costó al Banco un millón de pesos, y según advierten los rumores internos, gran parte de esa indemnización se debió a información clave que el hombre poseía en un famoso pendrive que llevaba colgado de su cuello.

La llegada de Ramírez

Pasó poco tiempo y al comenzar los lazos cercanos con el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO),(primer paso para comenzar a hablar de candidaturas posibles vinculadas a Scioli), en reunión de Directorio del BAPRO se aprobó un acuerdo de “colaboración” con el Banco del Chubut, y se envío “en comisión” al agente Marcelo Ramírez (DNI 14.770.057). En Rawson lo asignaron nada menos que como Gerente General, pese a que el BCRA exige normas que marcan que para ocupar el cargo de gerente general de un Banco la persona debe ajustarse y cumplir estrictamente. Si eso no estuviera pasando, desde el aspecto legal el accionar de Ramírez podría considerarse “nulo” por el BCRA.
Una de ellas es la incompatibilidad de desempeñar dos cargos gerenciales a la vez en dos entidades financieras diferentes, como es el caso de Ramírez que es Gerente General del Banco del Chubut y también Gerente de Desarrollo de Unidades de Negocios del BAPRO. Cruzando además negocios crediticios entre las entidades y otras operaciones poco convenientes, según los expertos.

Comprobado

Que el “doble gerente” cumple ambos roles fue plenamente comprobado. El 25 de Junio de 2015, mientras firmaba desde Chubut acuerdos, compras y contrataciones, Marcelo Ramírez también reportaba al BAPRO. Así lo expuso una de las tantas reuniones en las que participó. En Olavarría ese día acompañó nada menos que al propio Presidente del BAPRO, Gustavo Marangoni y a las autoridades de las Cooperativas Fuerza Solidaria, Adrián radic y Bolsas de Olavarría, Gustavo Sierra. (Ver http://www.gustavomarangoni.com/gestion/reunion-con-cooperativa-bolsas-de-olavarria_n1918)
El negocio fue brindar asistencia financiera y técnica, lo que se consideró “un caso virtuoso de financiamiento” para recuperar empresas de servicios relacionadas con el sector productivo primario, químico y minero, tal es así que participó uno de los referentes del sector, el director regional de IOMA en la Ciudad de Buenos Aires, Tomás Plo

También doble negocios

Si solo se tratara de roles estancos tal vez no hubiera pasado nada, más allá de lo que marca la Ley que rige para el sector, pero se habrían comprobado negocios cruzados.
Por ejemplo, por disposición del director Carlos Eliceche se habría dispuesto la compra de cuatro camionetas Amarok para directivos del Banco. Esto no fue una operatoria común, sino que con Ramírez decidieron tomar en nombre del Banco del Chubut un crédito del BAPRO y comprarlas por sistema de leasing, pagando mucho más de lo que la entidad chubutense debería haber pagado por los vehículos de adquirirlos en forma directa. Ramírez habría cumplido así con sus dos roles, conseguir los vehículos para el Banco del Chubut y conseguir ubicar un crédito del BAPRO desde su otra gerencia.
Además de compartir con Eliceche este tipo de ideas, Ramírez tiene afinidad también con el deporte ya que se desempeñaría como Presidente del Club Banco Provincia en La Plata.

Un cargo clave

Marcelo Ramírez a diferencia de Giacomotti contaría definitivamente con el padrinazgo operativo y político del Director en representación del Gobierno adentro de la entidad, Carlos Tomás Eliceche. Fue precisamente Eliceche el que avaló ahora su continuidad y con aumento de sueldo retroactivo incluido.
Es un secreto a voces que estos entendimientos tienen su correlato en temas que Ramírez maneja a su manera. De allí las “diferencias” que comenzaron a surgir y a notarse en los informes de los síndicos y de los asesores legales, respecto al manejo directivo.
Los profesionales en definitiva tratan de apegarse a las normas y hacerlas cumplir a rajatabla, o por lo menos advertir sobre la inconveniencia de cosas que no son transparentes según las leyes que rigen a las entidades financieras, no solo cumpliendo con sus roles sino evitando quedar enredados en manejos poco claros, como el caso de la consultora porteña cuyos servicios no habrían sido comprobados pero si cobrados sus millonarios honorarios.

La lupa

Según el B.C.R.A. en su disposición sobre “Normas Mínimas sobre Controles Internos para Entidades Financieras”, el punto 5º dice por ejemplo que “El Gerente General es el máximo responsable operativo y por lo tanto de la implementación, administración, y seguimiento de las normas mínimas de control interno”. Un verdadero cargo para definir y aceitar todo tipo de contrataciones y negocios. Pero debe haber un Comité de Auditoría y “Las entidades deberán enviar -dentro de los diez (10) días hábiles posteriores a sus designaciones- mediante nota dirigida a la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, los datos personales de los integrantes del Comité de Auditoría y antecedentes laborales del responsable máximo de la auditoría interna. Asimismo, deberán comunicar a dicha Institución las remociones o renuncias que se produzcan dentro de los diez (10) días hábiles de ocurridas, señalando -en el primer caso- las causas que dieron lugar a la medida”.
Si esto no sucediera “Los incumplimientos a las Normas Mínimas sobre Controles Internos harán pasibles a los integrantes del Comité de Auditoría de las sanciones previstas por el articulo 41 de la Ley de Entidades Financieras, sin perjuicio de la responsabilidad que le cabe al Directorio o autoridad equivalente”. Esta disposición alarma tanto a síndicos como asesores legales.