Ante las demandas cada vez más exigentes de los pasajeros, los hoteles más reconocidos del mundo realizan inversiones exuberantes. Muchos proponen detalles extravagantes, grandes casinos, y hasta circuitos de Fórmula 1 que lo atraviesan.

Precisamente, esta idea es la que ha tenido clara desde hace varios años el Radisson de Berlín. Se trata de un lujoso hotel, que se encuentra en la llamada «Green Zone» de la capital alemana, la que hoy tiene entre sus atractivos al acuario cilíndrico más grande del mundo. El AquaDom (que así es como se denomina) es un enorme cilindro de vidrio de 11 metros de diámetro y 25 de alto.

Pero no sólo se trata de un acuario con dimensiones gigantescas. En su interior, se encuentran más de 2.600 peces, pertenecientes a 56 especies diferentes, que nadan a lo largo de sus 900.000 litros de agua marina. Entre ellos se destaca la presencia de los conocidos peces Napoleón, peces globo, cirujanos y los más admirados por los niños, el pez payaso de la película Buscando a Nemo. También hay corales y otros elementos que convierten este lugar en un auténtico paraje marítimo.

Un ascensor atraviesa completamente la enorme pecera, lo que permite ver su interior mientras se accede a las habitaciones.

El AquaDom fue construido en 2003 por la empresa estadounidense Reynolds Polymer Technology. A pesar de su coste inicial, unos 12,8 millones de euros, el hotel Radisson consiguió convertirse en el punto de mira a la hora de elegir un hotel en Berlín. A esto hay que añadir su localización tan peculiar; cerca de la conocida Isla de los Museos, el Alexanderplatz y el Palacio Real.