Provincias reclaman un atraso millonario en el pago de regalías petroleras
El ingreso por regalías es una de las principales fuentes de financiamiento de las provincias petroleras. En algunos casos, ese ítem llega a explicar hasta un 40/50% del presupuesto provincial. De ahí el malestar de algunos gobernadores por el atraso en el pago de un porcentaje de las regalías gasíferas a raíz de la demora en la asignación de un subsidio a las productoras de gas.
Lo que sucede es lo siguiente: a principios de 2013, el Gobierno puso en marcha un programa de estímulo a la inyección adicional de gas -conocido en la jerga petrolera como ‘Plan Gas’-, a fin de incentivar la inversión de las empresas y de esa manera, frenar la caída de la producción del fluido. El esquema prevé el pago de US$ 7,50 por millón de BTU por el gas nuevo que incorporen las petroleras.
El programa funciona, en la práctica, como un subsidio del Tesoro a las petroleras, por lo que en un primer momento, no se preveía que las provincias cobren regalías sobre ese valor adicional, dado que el impuesto provincial se liquida sobre los precios de venta y no sobre los subsidios que corren por cuenta del Estado. Sin embargo, tras varios meses de negociaciones, las principales provincias productoras de gas -Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego, entre otras- sellaron acuerdos de carácter privado con las empresas para percibir un 12% -el equivalente de lo que cobran por regalías- del monto diferencial que recaudan las petroleras por la mayor producción de gas.
Sin embargo, el sistema nunca terminó de funcionar de manera aceitada: los productores de gas -encabezados por YPF, Total, Pan American Energy (PAE) y Wintershall- deben esperar varios meses para que el Estado nacional -bajo el paraguas de la Comisión de Planificación de Inversiones Hidrocarburíferas, que depende del ministro de Economía, Axel Kicillof- materialice el pago de US$ 7,50 por MMBTU por la inyección adicional de gas. Por lo que trasladan ese atraso para concretar el pago correspondiente a las provincias.
Complicados
La semana pasada, el Tesoro apenas depositó a las petroleras el monto asignado a la producción incremental de gas de septiembre del año pasado. Resta todavía abonar lo acumulado entre octubre y febrero, es decir, de los últimos cinco meses. El problema es que tanto para las provincias hidrocarburíferas como para las empresas, el atraso del Gobierno en liberar las partidas del Plan Gas termina costando caro.
Con una inflación que ronda el 30% en los últimos 12 meses y presiona sobre los costos internos, cobrar con casi medio año de delay implica asumir una pérdida de valor y de poder adquisitivo. Para las provincias, lo ingresado por las regalías –en rigor, compensaciones negociadas con las empresas- que se desprenden del Plan Gas involucra montos significativos.
Neuquén, por ejemplo, cobra por ese ítem entre 60 y 70 millones de pesos mensuales, según datos proporcionados por fuentes cercanas a la Ofephi. “Iniciamos gestiones con Nación para intentar agilizar los pagos, pero hasta ahora no hubo cambios”, reconocieron allegados al gobernador Jorge Sapag. El dinero adeudado a Neuquén –el mayor productor de gas del país, con un 45% de la oferta nacional- supera los $ 350 millones. En el caso de Chubut, el escenario es similar, aunque aun no ha trascendido el monto adeudado.
El presupuesto comprometido al Plan Gas para 2015 –sujeto a reasignaciones de la Jefatura de la Gabinete- asciende a $ 21.507,87 millones, de los cuales hasta estos días se habían devengado $ 1890,7 millones, apenas un 12,16 por ciento, según datos de la Secretaría de Hacienda.
Avance con renegociaciones
Por otra parte, Chubut tiene prácticamente acordada la renegociación de contrato de concesión con Compañía Argentina de Petróleo Sociedad Anónima (CAPSA), una firma de capitales argentinos que es la cuarta productora de crudo de la provincia. El acuerdo entre las partes podría firmarse a mediados de marzo y comprometerá a la empresa al pago de un bono de compensación –conocido en la industria como “regalía adicional”- denominado “Bono de Compensación para el Desarrollo Sustentable”, que ha sido calculado en un equivalente a entre 3 y 4 puntos de regalía adicional, lo que en el caso de CAPSA habría sido acordado en 4 puntos, lo que rondaría el orden de entre 12 y 15 millones de pesos al año.
Colaboradores del gobernador Martín Buzzi valoran la negociación, realizada en el crítico contexto de baja internacional del crudo y con una de las empresas más afectadas por esa situación y aun cuando se trata de una concesión minera (que le otorga un mayor plazo de titularidad sobre los yacimientos), con las condiciones especiales que de ello se derivan a favor de la firma.
CAPSA es la cuarta productora de Chubut, con un volumen diario de 1.700 metros cúbicos (m3/d) de petróleo, logrado luego de grandes esfuerzos para extraer la gran cantidad de agua que caracteriza a este tipo de áreas maduras.
De esta manera, Chubut avanza con la renegociación de las concesiones hidrocarburíferas que vencían en 2016/17. Antes ya había realizado lo propio con Tecpetrol, extendiendo la concesión de las áreas El Tordillo, Puesto Quiroga y La Tapera; con YPF, que explota Manantiales Behr, El Trébol y Campamento Central. Y PAE, que readecuó el contrato celebrado en 2007 a las nuevas previsiones del marco hidrocarburífero provincial, aprobado en diciembre de 2012. Las negociaciones se realizaron bajo la órbita del Ministerio de Hidrocarburos, que dirige Ezequiel Cufré.
Paritarias moderadas
La caída del precio internacional del petróleo pronostica un escenario muy distinto de cara a la discusión de la pauta salarial del 2015.Las empresas petroleras pagaron, con los haberes de febrero, la última de las cuatro cuotas del bono de 24.000 pesos que en diciembre benefició a los trabajadores de la actividad. El acuerdo firmado, a fines del año pasado, tenía como objetivo compensar el impacto del Impuesto a las Ganancias y la inflación en los salarios y ganar tiempo hasta la nueva negociación.
La coyuntura internacional de precios bajos de las commodities petroleros augura una negociación moderada por parte de los gremios, por lo menos en el corto plazo. En el pacto de “paz social” firmado en enero último quedó claro el esfuerzo reclamado a las organizaciones obreras. En ese marco y sobre las futuras paritarias, el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge Ávila, sostuvo que “es un momento difícil” y agregó que “es una realidad que hay que encontrar la salida. Mesuradamente hay que poner de nuestra parte. Así como no nos fuimos por las nubes con el precio del barril a US$ 100 ahora tampoco vamos a plantear un disparate”, afrimó. Todo indicaría que los gremios pedirían un próximo aumento salarial de entre 18 y 22%.
Fuentes: Inversor Online, ADN Sur, NA.