Ellas primero

Ayer se celebró el Día Internacional por los derechos de la Mujer y la Paz Internacional, según la proclamación de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1977. Una fecha que permite reordenar la carga aunque sea por un día y concentrar todo el homenaje en las creadoras, las poderosas que lo pueden casi todo, incluso hasta generar vida humana.
No es menor que después de más de dos mil años de discurso occidental punteando la cantinela de que hemos surgido de una costilla masculina, las mujeres debamos sentirnos hasta satisfecha por lo hecho y con ganas de seguir conquistando espacios. En ese marco, el político, termina siendo casi siempre un territorio difícil de explorar sin paternalismos.
Sobre todo en zonas acaudilladas como las nuestras, donde a nivel provincial recién en las últimas décadas se registró algo que se llamó cupo femenino. En general, los espacios han sido pocos y segundones, para decirlo sin anestesia.
Sin embargo, en los últimos ocho años el fuerte poderío ostentado por la única Presidenta de la Nación que terminará mandato por dos veces, sirvió para ampliar la concepción de las posibilidades femeninas en la política criolla. Bajo esta legitimación hoy están surgiendo féminas que se animan a pensarse sentadas en el sillón de Intendencia o incluso decretando más que el menú del día desde Fontana 50 en Rawson.

Son los casos por ejemplo de Rossana Artero que no descarta avanzar por la Gobernación de Chubut desde su completa gestión cumplida en la Capital de la Provincia. O el de Argentina “Ica” Martínez que bien se imagina concretar ser la compañera de fórmula del gobernador Martín Buzzi en un segundo mandato.
¿Porqué entonces alguna de las diputadas no soñaría con completar la experiencia legislativa pero a nivel nacional? Una posibilidad al fin, tanto como que Nancy González evalúe seriamente ser ahora la viceintendenta de Madryn junto al tapado destapado, Carlos Tomás Eliceche.
Sea como fuere, casi como una manera de `ablandar´ las imágenes, nuestros políticos chubutanos en casi todos los segmentos y cada vez con más asiduidad evalúan incorporar el maquillaje, los tacos y la humanidad que los porte, sumando mujeres en las estructuras partidarias.
Das Neves es en eso un avanzado. Además de familiares, ahora ha agudizado el ojo en ciudades claves, donde lo que hay ya no conforma. En Madryn por ejemplo dos figuras que lo acompañan le suman valor agregado, ambas con experiencia y estirpe incluídas: una es Cecilia Torrejón, la otra es Silvina Davies Bordenave.
El radicalismo es un poco más reticente a dar espacios con demasiado protagonismo, pero ha abierto también sus listas para que ellas puedan proyectarse aunque sea en expectativas.
El buzzismo por ejemplo guarda para las chicas un interesante espacio de constructoras militantes, tal el caso de Rosita González, aunque falta tal vez espacios ministeriales que irá pensando si repite mandato.
En fin, reordenar el entramado del poder, tan desprovisto de ideas y propuestas últimamente y mucho más provisto de improvisaciones, ofrezca tal vez una amplia oportunidad a la intuición femenina.

Toda una ciencia

La historia viene demostrando que la cabeza femenina sirve bastante más que para lucir peinados.
Una tendencia creciente es por ejemplo la cantidad de científicas que existen. Dicen que la proporción y número de científicas en el CONICET por ejemplo, se incrementó en forma constante en los últimos años. Hoy las mujeres representarían el 52 por ciento del total de investigadores y el 60 por ciento del total de becarios.
Las cifras son contundentes: entre 2003 y 2014 el número de investigadoras en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) pasó de 1.625 a 4.410, y en la actualidad constituyen el 52 por ciento del total de los investigadores. A su vez, la cantidad de becarias aumentó de 1.342 a 5.715 durante el mismo período y representan el 60 por ciento del total de becarios del organismo. Actualmente el 48,72% del total de 2400 técnicos son mujeres.
Este crecimiento en la proporción de mujeres que participan de las actividades de Ciencia y Técnica en el CONICET se observa en todo el país. Los datos de fines de 2014 muestran que en provincias como Entre Ríos, Neuquén y Tucumán el 60% de los investigadores son mujeres. Los siguen las provincias del Chaco (59%), Jujuy (59%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (57%).
En lo que respecta a becarias, tanto doctorales como post-doctorales, los mayores porcentajes se registran en provincias como La Pampa (74%), Jujuy (74%), Tucumán (68%), Neuquén (68%), Tierra del Fuego (68%) y Catamarca (68%).
Justamente la igualdad tanto laboral como de otras oportunidades fue el eje central de la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebró en febrero pasado en Chile con más de cien mujeres líderes del mundo. Allí se reconoció que mucho se ha avanzado en los derechos de la mujer, pero mucho falta aún. Por eso el lema fue «Las Mujeres en el Poder y la Toma de Decisiones: Construyendo un Mundo Diferente», donde se apuntó a renovar los compromisos. Por nuestros pagos falta aún involucrarse y ocupar espacios, esos que a veces no se niegan explícitamente, pero que limita la costilla originaria que pervive en nuestra propia mente. Como decía Rosa Luxemburgo “Quien no se mueve, no siente sus cadenas”. Para pensar…

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline y ceniza de tantos