Día especial
El enunciado es un conjunto organizado de palabras que expresan juntas una idea. Los enunciados pueden estar formulados por una única palabra, pero, por lo general, se precisan varias palabras para expresar la idea. Ayer, la idea central del discurso del Gobernador Martín Buzzi al abrir oficialmente las últimas sesiones ordinarias legislativas de su mandato, fue la del cambio. Nada menos que el día de su cumpleaños número 48 que se encargó de omitir.
Un discurso de oratoria es distinto a uno regular. En éste, sólo se debe comunicar las ideas a la audiencia. En el de oratoria, el objetivo es convencer a la audiencia sobre esas ideas. Y si algo caracteriza a un discurso es su inicio y su final.
Para arrancar, la idea del cambio fue raramente expuesta con la insistencia discursiva de `terminar con lo que se vienen dando´. En definitiva un modo de explicar esa difícil composición que ha sido para Buzzi, por un lado ser el elegido y garantizador del gobierno de Mario Das Neves. Hombre que surgió entre múltiples alternativas y que fue minuciosamente medido antes de ser ungido como el capitalizador de un gobierno que se había sostenido en ocho años de construcción férrea de poder. Y por otro tratar de convencer al electorado que puede ser una reinvención propia, ajeno a las viejas mañas del poder y garantizador de otro modo de participación y conducción.
Para Buzzi explicar que necesita una nueva gestión, propia, sin padrinazgo, requiere de algún modo terminar de explicar que pasó para llegar al gobierno con una bandería y terminar en otra. Un proceso que lo ha dejado en el medio de muchas situaciones complicadas en la definición política del día a día.
De hecho, para separarse de ese origen efectivamente se requeriría una gestión más, propia y absolutamente diferenciada del dasnevismo que le permita salvar las numerosas contradicciones que se acumulan. Sin más, por estos días las dos principales denuncias que impulsa el buzzismo: las presuntas coimas de PAE y la venta de tierras en la cordillera, alcanza la gestión de Buzzi de manera directa. En la primera era intendente de Comodoro Rivadavia y por ende primera espada en la renegociación petrolera consumada, y antes ministro de la Producción, no solo vinculado al desarrollo petrolero encarado por Das Neves, sino además, máxima autoridad que regenteaba el IAC, ese organismo que hoy denuncia como hacedor de negociaciones irregulares y especulaciones inmobiliarias con tierras y bosques nativos.
Por eso tal vez pocos entendieron el arranque del discurso cuando Martín propuso “terminar con la corrupción que se viene dando”, porque gran parte de la estructura de poder heredada y que pretende desentramar, aún pervive en su propio aparato estatal.
De allí la escasa enumeración de hechos. En general, no es el estilo de Buzzi la enunciación revisionista, por el contrario, adhiere más a la generación de expectativas y el criterio prospectivo para encarar el relato masivo, que tampoco lo apasiona demasiado: ni el tono ni la lectura le son cómodas. Por el contrario, él se evidencia mucho más a gusto en el trato coloquial mechado con brotes académicos y comparativos.
Prospectiva
Ayer quedó claro sin embargo que más que lo hecho le ocupa lo que falta por hacer y para ello, el objetivo es lograr repetir el mandato sin tutores, ni sombras, ni herencias. Por ello se cuidó de insistir con abandonar las “mesas chicas” donde cobran vida las decisiones de los de siempre. “Transformar esa política implica necesariamente excluir de ella a todos los vicios y a todas las conductas que no hacen más que alejarnos a nosotros, los políticos, de la gente. Pero cambiar no es fácil, el cambio exige que lo viejo se vaya y que venga lo nuevo. Y eso requiere de sacrificio, porque ninguna nueva vida ocupa cuerpos viejos”, añadió Martín Buzzi. Una frase que cobró fuerza en aspectos inclusive personales: el gobernador entra a su último año de mandato con muchos quilos menos, entusiasmado por la gimnasia diaria y nada menos que el día de su “cumple felíz”.
Para avanzar sobre ese cambio que implicaría ir por la reelección, insistió defendiendo el sistema electoral en momentos en que el intendente de Comodoro Rivadavia analiza la posibilidad de desdoblar las elecciones del municipio más importante de la provincia y con ello poner en jaque las definiciones políticas. “Como muchos otros y como gran parte de la sociedad vivo la ilusión de alumbrar una nueva política para Chubut. Por eso las PASO, por eso la elección de los presidentes de las comunas rurales, por eso la Casa Abierta, por eso el Pueblo por Pueblo, por eso el Invertir Igualdad”, invocó Buzzi. Atento a que un adelanto podría ser decisivo para Di Pierro ya que en Comodoro deberían jugar todos sin los grandes referentes en las boletas, sino “cada uno con su propia cara”, dicen los poroteros.
Por eso la cara que afloró en las bandejas fueron gigantografías del candidato oficial: Ezequiel Cufré, el de “la mirada comodorense”
El otro tema clave es que pese a la Ley, según lo informado por el Tribunal Electoral de Chubut, todavía no habría ninguna adhesión efectiva al día de la fecha para que haya PASO en los municipios. De hecho, tiene que haber una adhesión específica mediante una ordenanza municipal que no se ha dado en las distintas comunas. De allí la importancia de lo que se decida con Comodoro, para lo cual el gobernador también ya se dirigió al presidente del PJ, Rafael Williams y por su intermedio al resto de la Mesa Directiva a fin de que se analice y defina esta disyuntiva apelada por Di Pierro en base a las presuntas incompatibilidades con la Carta Orgánica Municipal, considerándolo –sin hacerlo expreso- que se trata de artilugios para no abrir el juego electoral.
Por eso insistió Buzzi: “Nada se construye exitosamente sobre la nada, imagino una política que se edifique sobre los pilares que nos trajeron hasta acá, y que muchos otros defendieron con su vida, construida sobre los valores que nos dejaron nuestros pioneros, que se asiente sobre la cultura que supimos conseguir a partir de las numerosas corrientes migratorias que llegaron a nuestra tierra”, continuó, ante el aplauso de todos los presentes.
Y enumeró en este sentido la búsqueda de una política “que se nutra de los cimientos morales que nos dieron origen, universal, inclusiva, participativa, justa, equitativa, democrática, que se recrea en la libertad, de cara a la gente, transparente, que permita a todos vivir la vida que quieran vivir, que brinde las mejores herramientas para construir una sociedad igualitaria”, etc. Un mensaje amplio, un enunciado insistente: el cambio a través de la permanencia propia. Habrá que ver…