Cruces por el control del incendio en lago Cholila

redaNo se puede decir que el incendio está controlado cuando hay cañadones prendidos a los que todavía no hemos podido llegar para trabajarlos», aseguró uno de los jefes del operativo, refutando afirmaciones de otros funcionarios en tal sentido. El piloto local Daniel Roy Wegrzyn recomendó dejar de utilizar el término «controlado» y buscar otro. Para los funcionarios está “contenido”.
«Sí es cierto que hay un 70% de los focos principales contenidos, donde los brigadistas -apoyados por los medios aéreos-, han venido desarrollando una tarea encomiable, pero aún nos falta para garantizar un control total», agregó Wegrzyn.
Según los expertos, una vez alcanzado el primer objetivo, «llevará al menos un mes la guardia de cenizas para dejarlo totalmente extinguido».
Este viernes los combatientes aprovecharon «las bajas temperaturas a primera hora y la escaséz de vientos» para llegar hasta las cabezas del incendio, en cañadón Nataine -donde sigue ardiendo el bosque nativo- y en cañadón del Turco, que ya dieron por «contenida» hace un par de días.
En el operativo participan alrededor de 240 brigadistas, sumando otras 200 personas en tareas de apoyo y logística. Este siniestro -que ya devastó unas 25 mil hectáreas- comenzó a ser tratado como «un único incendio» con otro que se desarrolla en el paraje El Turbio (al fondo del lago Puelo) -lleva quemadas 12 mil hectáreas-, en función que están separados por escasos kilómetros a través del cerro Tres Picos, aunque hay al menos dos portezuelos cubiertos de vegetación nativa que los vinculan.
En tanto, una veintena de efectivos del Ejército Argentino están abocados desde hoy a armar otro campamento cerca de la escuela 186 de El Turbio, con la premisa de asistir a los 40 brigadistas destacados en los fuegos cercanos al cerro Esperanza y a la nacientes del río Turbio, por donde avanzan los principales frentes.

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