La yerba sigue aumentando y ya superó los 30 pesos el kilo
Uno de los productos más consumidos por los argentinos, sin duda, es la yerba mate. Históricamente, la yerba siempre ha sido un producto económico, que estuvo siempre al alcance de todos, pero en los últimos tiempos, esto ha dejado de ser así. Luego del sacudón que se le dio a los precios en 2011, la yerba sigue aumentando y ya pasó con creces los 30 pesos el kilo. En las góndolas de los supermercados más importantes de Puerto Madryn, la escala de precios va desde los 30 pesos hasta los 45 pesos el kilo. Y si hablamos de estos precios en las grandes cadenas de supermercados, qué les queda a los pobres almacenes de barrio, quienes deben, en algunos casos, hasta duplicar el valor al que vende el súper, para que le sea rentable.
75 pesos mensuales de yerba
Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), una familia promedio consume unos dos kilos y medio por mes, por lo que estamos hablando, tomando el valor más bajo, de unos 75 pesos mensuales sólo de yerba mate, siempre teniendo en cuenta de que esta familia tipo tiene acceso al supermercado.
Haciendo una recorrida por las góndolas madrynenses encontramos gran variedad de precios, siempre con un piso de 30 pesos por kilo, que es el precio de la Nobleza Gaucha, fabricada por Molinos Río de la Plata. Un escalón más arriba tenemos la Taragüí, producida por el Establecimiento Las Marías, que ronda los 33 pesos. Rosamonte, quien supuestamente tenía un acuerdo con el Gobierno, en lo que a precios se refiere, ofrece únicamente su yerba “plus” a 36 pesos. Por último, como un caso extremo, encontramos la yerba Unión, también de Las Marías, en este caso con bajo contenido de polvo, a 43 pesos por kilogramo.
Hay quienes gustan de las yerbas con hierbas aromáticas, tal es el caso de la Cbsé, que ofrece en Carrefour sus productos a 28 pesos el medio kilo, o sea que estamos hablando de 56 pesos por kilo. Casi inalcanzable.
¿Qué queda para los almacenes?
Saliendo de los supermercados, nos abocamos a ver qué pasa con la yerba en los almacenes de barrio. En este caso tomamos dos casos testigos, uno del Barrio 630 Viviendas, y otro de la zona Norte de la ciudad, aunque casi no hay diferencias entre uno y otro. Lo primero que hay que aclarar es que los almacenes ya casi no venden las paquetes de kilo por el alto precio, por lo que se abocan a vender sólo por medio kilo.
Si bien la variedad no es mucha, los almacenes eligen vender las marcas más económicas del mercado. Por ejemplo, en el almacén de la zona Norte, la yerba Amanda se ofrece a 27 pesos el medio kilo, y en el 630 Viviendas a 21 pesos, por lo que estamos hablando de 40 a 56 pesos por kilo. Una marca un poco más económica es la Piporé, que cuesta 20 y 22,90, siempre hablando de medio kilo. La Nobleza Gaucha, en la 630, se consigue a 22,50 el medio, mientras que en el Norte, encontramos Mañanita, una segunda marca de Las Marías, a 17,75 pesos el medio kilo.
Mirta, dueña del almacén del Barrio 630 Viviendas, dijo que “todos los sábados que me llega el pedido de Diarco, la yerba viene con aumento. La Amanda subió 4 pesos, la Piporé 5 pesos, es imposible que podamos vender al precio del supermercado, y eso que sólo le remarco un 25 por ciento a los productos”.
¿Nuevo envase o aumento encubierto?
Hace unos meses, quien se acercaba a la góndola de la yerba se encontraba con la sorpresa de nuevos envases, algunos más opacos, otros más brillosos, otros con bordes dorados. Pero la sorpresa no era sólo el envase, ya que al bajar la mirada y ver el precio, se encontraba con la segunda novedad: el precio.
Todas las marcas de yerba mate comenzaron a ofrecer sus productos en nuevos envases u otras calidades como “premium” o “plus”. Por ejemplo, la marca La Tranquera, vende la misma yerba de siempre, pero con la diferencia de que viene en un “Nuevo envase con tres láminas de protección”, que conservaría el sabor original por más tiempo. Amando no se quiso quedar atrás y ofrece su envase con cuatro láminas de protección. Otro caso, como dijimos antes, es la Rosamonte “Plus”, con envase “aluminizado”. En fin, todas las marcas ofrecen alguna variante, tanto en el envase como en el precio, que ha subido de manera superlativa, aparentemente por los nuevos envases. No está mal que se le ofrezca al consumidor este tipo de yerba, pero el problema pasa porque ya no se consiguen con el envase (y precio) original, o sea que el público no tiene otra opción que comprar la variedad más cara.