La marea extraordinaria generó pérdidas en algunos paradores madrynenses
En la mañana de ayer la costa madrynense se vio sorprendida por una marea extraordinaria que provocó pérdidas en algunos paradores de la ciudad de Puerto Madryn. El agua alcanzó una altura de mayor a los cinco metros, lo que sorprendió a más de un empresario que se desayunó con las carpas inundadas y las sombrillas flotando.
La altura mayor llegó a las 8 horas, y muy pocos fueron los que decidieron estudiar la tabla de mareas la noche del jueves para prevenir a tiempo, el resto sufrió las consecuencias de la entrada de agua a los restoranes, la inundación de la zona de carpas y el cierre de las confiterías de playa debido a las condiciones que estableció las heladeras mojadas.
Los damnificados
Nautico Bistrò de Mar fue uno de los que más sufrió los embates del agua marina, que incluso dejó a medio parador sin funcionar. “Tuvimos que cerrar un sector porque el agua provocó algunos daños importantes. El sector de carpas está inundado, el bar lo cerramos porque se mojaron todas las heladeras, en el restorán ingresó bastante agua, por lo que estuvimos toda la mañana trabajando con los baldes para desagotar” manifestó Marcos Del Cero, encargado del lugar.
Si bien la tabla que data la altura de las mareas y sus horarios estaba a disposición a través de la web, desde la Administración Portuaria no dieron aviso, hecho que generó el descontento de los dueños de los locales. “Ni Prefectura, ni la administración, la Municipalidad, Defensa Civil, nadie avisó y nos vimos sorprendidos. Aún así la gente ha respondido y las pérdidas económicas no se sintieron” destacó Del Cero.
Prevenidos
Uno de los pocos locales que se previno para afrontar la llegada del mar fue Los Nadies, ubicado en Zona NYC. Hernán Duplaá, gerente del parador, manifestó: “Nosotros trabajamos en conjunto con la empresa de buceo que está junto a nuestro parador, y siempre nos avisan cuándo habrá marea extraordinaria o fuertes vientos”.
Con respecto a las medidas a tomar ante una situación de éstas características, Duplaá manifestó que lo primero que se hace es replegar todo de la zona de playa, sillas, sillones, mesas, tachos de basura y caminos de madera para que no queden flotando en el mar. “Nos ha pasado que hemos tenido que ayudar a los paradores vecinos a recatar cosas del mar, porque todo es arrastrado por el agua. Por otro lado se hacen montículos de arena para que no pase el agua”.
En horas del medio día se pudo ver cómo los trabajos en torno a los daños producidos por el agua se intensificaban. Las palas excavadoras comenzaban a hacer las barricadas a pesar de que el daño ya estaba hecho.
Aunque los daños fueron muchos, no solo en los comercios, sino que a lo largo de la costa se pudo apreciar los tachos de basura volcados en el mar; la mente de los encargados de los paradores estaba puesta en la marea de anoche, que fue de seis metros, y en el fin de semana, ya que desde la Administración portuaria se confirmó que la marea extraordinaria permanecerá hasta el lunes.
“En la noche hubo una marea muy alta, pero la peor ya paso, se prevé que las demás no van a ser tan altas. Siempre pasa que después de la primera comienza a mermar y ya no se corre tanto riesgo. Aún así es preferible estar prevenidos”, finalizó Duplaá.