Finalizaron la obra en la plaza del barrio San Miguel
Esa plaza fue posiblemente la única zona que caminó Martín Buzzi al momento de venir a proponerle a los madrynenses que lo voten para ser gobernador. Tal vez por eso tenía un significado especial para su gestión, tanto que insistió en reformular todo el lugar y ofrecer múltiples servicios y embellecimiento a lo que el conoció como un lugar espontáneo de encuentro de un amplio sector de la comunidad, para quienes la feria y la plaza se tornaron en un lugar común. Después de no pocos debates, idas y venidas, finalmente el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) finalizó con la obra de recuperación y embellecimiento de la emblemática plaza “Felipe Vallese” del barrio Julio San Miguel de Puerto Madryn. Ahora, sólo resta que la cooperativa Servicoop habilite la red eléctrica y las luminarias instaladas para que comience a ser disfrutada por los vecinos.
Desde el IPV sólo “se espera la recepción por parte Servicoop de la red eléctrica y luminarias, que los profesionales de esa entidad la inspecciones y determinen que está todo correcto como para ponerla en funcionamiento” indicó el gerente general del Instituto, Nelson Turrillo.
La red eléctrica involucra “las luminarias, el parador de taxis y la estación de bombeo para los sistemas de riego por aspersión y goteo” del espacio verde ubicado en un sector estratégico del barrio San Miguel, todo lo cual también ordenó instalar el IPV, añadió Turrillo.
Una apuesta fuerte
Para recuperar y adecuar ese espacio público, el Estado Provincial intervino con infraestructura sobre unos 5.000 metros cuadrados, en los que se realizó paredes, pilares y muretes; veredas perimetrales y de recorrido con guardas táctiles; instalación de red eléctrica general, iluminación, sistema de riego y bombas; provisión y colocación de bancos de hormigón, equipamiento comunitario (cestos de residuos), juegos infantiles, árboles, arbustos, siembra de césped y señalización general; más la construcción de un parador de taxi con andén vehicular y sala de espera.
Cambios resistidos
La necesidad de recuperar para el barrio ese espacio de uso público común, para que deje de ser un predio ferial desorganizado y fuera nuevamente una plaza y pulmón verde barrial, fue transmitida por las autoridades municipales al Gobierno de la Provincia, el que definió invertir en esa concreción a través del Instituto de la Vivienda y Desarrollo Urbano.
Para lograrlo, el IPV debió conseguir que los revendedores y feriantes desalojaran por su voluntad el espacio que habían tomado bajo su arbitrio desde hacía ya más de cinco años.
En procura de obtener su acompañamiento debió invertir también en el “acondicionamiento de un nuevo lugar, en el cual construyó cordón cuneta y veredas, tanto perimetrales como de recorridos internos, para que pudieran continuar desarrollando sus actividades de modo de no causar un impacto social negativo, no afectar el sostén de la economía de las familias involucradas y mantener su fuente de ingreso”, señaló finalmente el funcionario.