En Portugal decidirán si las parejas gay pueden adoptar a través de un plesbicito
Portugal someterá a referéndum público la adopción y coadopción por parejas del mismo sexo, ya que el Parlamento aprobó el jueves la propuesta del gobernante Partido Socialdemócrata (PSD).
Esta decisión provocó el caos en el Congreso y la división en el seno de la coalición conservadora en el Ejecutivo. Mientras el PSD votó a favor debido a la disciplina de voto, sus socios de Gobierno del CDS-PP (la fuerza más a la derecha del arco parlamentario) optaron por abstenerse. Pero incluso dentro del PSD se produjeron fisuras. Teresa Leal Coelho, vicepresidente del grupo parlamentario y que defiende la coadopción por personas del mismo sexo, presentó su dimisión por oponerse a la realización de la consulta, al considerar que se debe «salvaguardar la libertad siempre que no provoque un daño en la sociedad».
En contra del referéndum se mostró también toda la oposición de izquierdas, que votó a favor hace cuatro años de las uniones homosexuales, legales en Portugal desde 2010.
Aunque todavía no hay fecha para la celebración del referéndum, sí han trascendido las preguntas: ¿Está de acuerdo con el hecho de que un matrimonio o una pareja por unión de hecho del mismo sexo pueda adoptar al hijo de su cónyuge? ¿Está de acuerdo con la adopción por parte las parejas del mismo sexo casadas o en unión de hecho?
Durante el debate en el Parlamento, en las galerías de acceso al hemiciclo se escucharon gritos de «vergüenza, vergüenza». Varios diputados de los partidos de la izquierda golpearon las mesas en señal de protesta contra la propuesta del PSD.
La convocatoria del referéndum, no obstante, será primero revisada por el Tribunal Constitucional y necesitará posteriormente del visto bueno del jefe del Estado, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, quien ya se mostró en contra de la ley del matrimonio homosexual.
El presidente, católico practicante, acabó promulgando la norma, aunque no sin antes insistir en su desacuerdo por considerar que la fórmula aprobada no respetaba «la institución matrimonial como unión entre hombre y mujer».