Castro avanza con otra depuración de empleados públicos

tapanivolCada empleado que cobre un sueldo del Estado debe prestar un servicio”. Con esta máxima demasiado lógica intentó inaugurar el ministro coordinador de Gabinete, Miguel Castro, su primer día oficial como vocero del gobernador Martín Buzzi que, desde el viernes, disfruta de sus merecidas vacaciones. Luego de un fin de semana de reflexiones profundas, el ex intendente de Cholila explicó en rueda de prensa que se están llevando adelante medidas para un “reordenamiento interno y administrativo”, a la vez que ratificó el cumplimiento de los compromisos salariales asumidos con distintos sectores del Estado, y el acompañamiento de la Provincia al proceso de transferencia de Alpesca. Tres trabajos por encargo que le dejó bien apuntados Buzzi antes de su presunto reencuentro con Micky Mouse.

Empecemos por el final

Invirtiendo el orden de los tres enunciados, en el caso del proceso de transferencia de Alpesca a un comprador ´furtivo´, la orden del gobernador habría sido clara: apoyo incondicional para que se concrete la operación de ´corrida´ de segundo para que el estado pueda inyectar apoyo a la empresa apadrinada por conocidos operadores cercanos al poder.
En el caso de la convalidación de los acuerdos salariales y los compromisos asumidos con empleados, el mandato también sería absolutamente previsor: evitar que se desmadre cualquier situación no resuelta -como el pedido del 30% de Educación- antes de su regreso y antes que por lo menos se designe otro ministro. También fue un guiño para el gremio que intenta demostrar que pese al oficialismo a ultranza que practica, primero está el deber, que es la defensa de los trabajadores.
La ´sorpresa´ para algunos habría sido el autoflagelo encarado por Castro, al reconocer que después de dos años, “hay empleados estatales que están adscriptos en algún lugar y que no prestan servicios”. Una afirmación que de tan sincera dejó mal parado hasta al propio gobernador.
“Nuestra responsabilidad es que quien cobre un sueldo del Gobierno preste un servicio en beneficio de la comunidad”, sentenció, agregando que “es bueno para los empleados que trabajan todos los días que estas medidas se tomen, no en detrimento de nadie sino en beneficio de todos”.
No obstante aclaró que para aquellas adscripciones “que cumplen funciones ciertas y verdaderas, las autorizamos a que prosigan con la idea que en el transcurso del primer semestre se haga una absorción de cada uno de estos empleados en los organismos que correspondan para tener un ordenamiento administrativo”.
Esto que pareció una revelación con la que el ministro debutó en su rol protagónico, sin embargo parece haber sido finamente operado previamente. Según fuentes serias Castro se habría ofrecido para hacer otra parte de la depuración fina que Buzzi pretende respecto a propios y extraños. En ese marco encararía dos embates contra empleados públicos que responden al dasnevismo o al mackarthismo.
La operación contaría además con el guiño del gremio de ATE según trascendieron algunos observadores que reportaron ruidos diversos respecto a un presunto embate contra “ñoquis”.
Sea como fuere, si los adscriptos ´becados políticamente´ existen y son tantos como habría anticipado Castro al señalar unos 1.300 empleados, es lamentable que Eliceche, Touriñán, Montoya y hasta el propio Buzzi no repararon en tamaño descontrol en todo este tiempo. Tal lo que reflexionaban algunos de los que escucharon las declaraciones del circunspecto funcionario desde la Sala de Situación, “por suerte llegó Castro a poner orden ahora”. Otros, los más finos analistas no desmerecían las versiones que afirmaban por los mismos pasillos que comenzaba una embestida principalmente contra gente del vicegobernador Gustavo Mac Karthy -tal como sucede cada vez que se ausenta su coequiper como para que no se note- y por ende que los adscriptos cuestionados serían mayoritariamente de la Legislatura provincial o de la Municipalidad de Trelew. Con la estrategia ´justiciera´ Castro apuntaría a afectar los espacios de poder e influencia tanto de Mac Karthy como de Perez Catán.

Reacción rápida

Ni lentos ni perezosos, casualmente Perez Catán concurrió al despacho que le habrían prestado por unos días a Gustavo Mac Karthy en Fontana 50, habida cuenta que luego de las elecciones legislativas Buzzi lo deportó estrictamente a la Legislatura. El intendente de Trelew le manifestó al vicegobernador su preocupación por la inestabilidad que genera el fin de las adscripciones para la situación laboral de entre 35 y 40 trabajadores que prestan servicios en la Municipalidad, a lo que Mac Karthy anticipó que trabajará para mantener los roles que se necesiten. Además bromearon con la repercusión del encuentro y aseguraron que «cada uno puede tener el fantasma que se le ocurra», pero aseguraron que el encuentro fue «institucional».

 

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