El Hogar Hebras de Plata recibe hasta seis solicitudes diarias para internar abuelos
El Hogar de Ancianos “Hebras de Plata” funciona en Puerto Madryn hace 31 años. Allí, los abuelos duermen, desayunan, almuerzan, meriendan y cenan y realizan diversas actividades. El Hogar tiene capacidad para 17 personas, pero reciben hasta seis pedidos por día para internar a nuevos abuelos. “Hoy, si bien la Municipalidad tiene tres hogares, dos permanentes y uno de día, son muy pocos. Todos los días hay gente que viene, averigua, y en Madryn no hay muchas opciones, más allá de los privados, pero que poca gente puede pagar”, explicó Marcela Calvo, directora del “Hebras de Plata”, y agrega que en líneas generales “las necesidades está cubiertas, pero si me dejan soñar y pedir, estas son dos casas adaptadas, no estaba pensado para ser un hogar, lo ideal sería tener un edificio que esté destinado para ser un hogar para adultos mayores y que esté acondicionado para eso, porque acá hay que ir adaptando, cambiando puertas para que sea más cómodo”.
Necesidad de contención
En muchos casos, tanto a los hogares para ancianos como a los geriátricos, las familias los utilizan como “depósito” para los viejos. O sea, los internan y poco a poco de van olvidando de ellos y dejan de visitarlos. Por eso, Marcela Calvo reclama para que las familias no olviden a sus abuelos: “Al principio, cuando lo internan, la familia está porque quieren ver como es el lugar, pero ya la segunda semana empiezan a venir menos, y hay que llamarlos. Cuesta que los que tienen familia vengan a visitarlos, siempre reclamo que la familia esté más cerca de ellos y de la institución en sí. Lo que más necesitan es afecto, por eso nos viene bien que vengan los colegios y la comunidad. Por suerte es un hogar que está cerca del centro, que está de paso y recibimos a mucha gente”. Con respecto a las visitas, varios colegios de la ciudad visitan el hogar durante el año y las iglesias también, “así que muy solos no están, aunque es difícil que un hijo se haga cargo de un adulto cuando llega a esta altura de la vida, porque hablo de abuelos muy grandes, tenemos gente de 95, 94 años”.
Mantenimiento permanente
A simple vista, el edificio donde funciona el “Hebras de Plata” está en buen estado. Se ve pintado y cómodo para los 17 abuelos que allí residen, pero mucho de esto depende del compromiso de Marcela Calvo, que trabaja en el hogar hace más de 20 años: “Dentro de todo el edificio está bien. Cuesta mantenerlo, pero no hay que abandonarlo, porque si lo dejás se viene abajo, porque es una casa muy vieja y necesita de un mantenimiento permanente”. El hogar, antiguamente, tenía capacidad para 20 abuelos, pero decidieron reducirla a 17 por una cuestión de comodidad, ya que “son dos casas adaptadas. El sector de las abuelas era una casa normal, de dos dormitorios, un baño y un living comedor, entonces ahí funcionan tres habitaciones más el baño. Y el sector de los abuelos era una casa más grande con una habitación más, que fueron unidas por un salón grande y luminoso”.
En principio, el hogar había sido creado para abuelos en situación de calle, pero con el tiempo la cosa cambió y ahora todos pueden jubilarse, por lo que quedan muy pocas personas en esta situación, de esta forma, la única condición que se pide para entrar al hogar (cuando hay lugar, claro) es tener residencia de dos años en Puerto Madryn.