El Comedor Infantil recibe un 25 % menos de chicos de los que podría albergar
El Comedor Infantil de Puerto Madryn asiste actualmente a unos 55 chicos, quienes se acercan para desayunar, almorzar y realizar algunos talleres. A diferencia de lo que suele ocurrir con las instituciones de este tipo, en las que la demanda suele ser más alta que la capacidad de atención, en el Comedor Infantil tienen capacidad para dar de comer a 80 niños. ¿Cuál es el problema en este caso?. Alicia Cioccale, presidenta de la institución lo detalla: “Nosotros tenemos capacidad para muchos más chicos, pero uno de los problemas que tiene el comedor en este momento es que quedó alejado de los barrios, y el traslado es la dificultad fundamental. Algunos chicos de familias numerosas vienen igual, porque los traen los hermanos, pero hay otros que no están llegando, es dificultoso el acceso”. El Comedor se encuentra ubicado en Domecq García 425, por lo que los chicos que viven en barrios alejados, que son los que tienen mayor necesidad, no pueden llegar.
Sin solución a la vista
El tema del traslado es una situación muy complicada de resolver. Por un lado, el hecho de poner un transporte especial, además del costo, complica el hecho de que los chicos provienen de diversos barrios. Por el otro, un arreglo con la empresa Benítez Bellini, para abaratar el costo del boleto sería una solución parcial, porque hay chicos que por su corta edad no pueden viajar solos en colectivo. Con respecto a esto último, Cioccale dijo que “nosotros podemos hacer el trámite en Benítez Bellini para que los traigan, pero no todos llegan, hay que encontrarle una solución al problema. Inclusive, el año pasado Benítez Bellini nos había cortado en el verano por el boleto escolar y nos dejaba a los chicos sin traslado. Pero hay que ver de qué manera conseguimos algo para que los chicos puedan venir, nosotros estamos abiertos a brindarles ayuda a más niños. Tenemos chicos del barrio San Miguel, del Perón, que llegan, pero porque los traen”.
Los chicos concurren al Comedor de lunes a sábados. Durante la semana, se acercan antes o después de ir a la escuela, según el turno al que concurren, mientras que los sábados almuerzan y tienen talleres recreativos: “Durante la semana tenemos varios turnos por la escuela. Hay chicos que vienen a la mañana, hacen la tarea, almuerzan y se van a la escuela, y hay otros que hacen al revés. Cuando están todos los chicos juntos, que almuerzan a las 12 del mediodía es el sábado. Tenemos chicas bibliotecarias que vienen los sábados de manera voluntaria, que han hecho un relevamiento de libros fantástico y hay diferentes actividades para los niños”.
La plata se va en sueldos
El Comedor Infantil de Puerto Madryn es una organización civil sin fines de lucro, por lo que la cuestión económica en algunos casos suele ser complicada, porque hay gente que trabaja, y como todo trabajador, necesita cobrar un sueldo. El Comedor recibe una ayuda mensual de parte del Bingo Municipal, pero es un porcentaje que fluctúa según el mes, y que en casi todos los casos, no alcanza para cubrir los sueldos. El año pasado, el Comedor debió hacer una reestructuración de personal, porque ante la poca ayuda se hacía insostenible el mantenimiento: “Todo el recurso va a parar a los sueldos del personal. A partir de ahora intentaremos gestionar todo desde afuera, por ejemplo, ahora tenemos una empleada municipal y queremos que una empresa pague uno de los sueldos, porque queremos que todo lo que entra en el comedor sea para la educación de los chicos. Nada se podía gastar en los chicos porque todo iba a la AFIP, al sindicato y a los sueldos y aguinaldos, y nunca llegábamos a pagar. Entonces pagábamos los sueldos, pero se nos había hecho una pelota con la AFIP y nunca podíamos salir. Desde provincia nos dieron un subsidio para pagarle al sindicato y a la AFIP, quedamos en cero y arrancamos de nuevo, porque sino no podíamos seguir”, cuenta la presidenta.
Más necesidades
Además del problema que enfrenta con el traslado de los chicos, el Comedor Infantil, tiene básicamente dos necesidades que pasan por lo educativo: la puesta en funcionamiento de la sala de computación y el armado de una huerta para que trabajen los chicos.
En lo que respecta a la computación, necesitan de manera urgente un técnico que haga la puesta a punto de las máquinas, para que en 2014 los chicos puedan tener iniciar su taller. En cuanto a la otra falencia, Alicia Cioccale dice que “tenemos un proyecto de huerta, pero necesitamos insumos. Habíamos cubierto el invernadero con un nylon que se rompió y no lo pudimos reponer. Todo lo que sea herramientas y ese tipo de cosas las necesitamos para seguir con este proyecto”.
Por último, desde el Comedor Infantil, quieren destacar la ayuda que reciben de la empresa Aluar, que colabora con la carne y el pollo, y de la Secretaría de Pesca que aporta el pescado para los chicos, ya que Alpesca, que siempre colaboró, en este momento no está en condiciones de hacerlo.