Cultura y alegría en repudio a las pintadas en el Centro Cultural Caracol

NOTA 1El grupo Magdalenas Teatro de las Oprimidas, junto con el Centro Cultural Caracol, realizaron un festival en repudio a las pintadas sufridas en el mural del Caracol. Con el título “Convertimos a la rabia en arte”, unas 70 personas se dieron cita en España 165 para participar del festival en el que hubo comida, música, danza y teatro en la jornada que arrancó a las 12 y culminó bien entrada la noche. “La idea es compartir un almuerzo, con choripán y hamburguesas veganas para la gente que no come carne, algunos talleres, como el taller de reciclado, de canto, un ensayo abierto de uno de los grupos de teatro foro que funciona en el Caracol, y una serie de juegos y ejercicios a cargo de las Magdalenas, de los que hacemos en el grupo, para que vean un poco cómo cocinamos nuestras obras y nuestro trabajo”, contó Mariana Villani, integrante del colectivo Magdalenas.

Construir a partir de las pintadas

“Magdalenas sucias, Magdalenas aborteras, Magdalenas lesbianas”, fueron las pintadas que, además de agredir al colectivo feminista en sí, arruinaron una obra de arte como es el mural del frente del Centro Cultural Caracol. En base a esas pintadas, desde las Magdalenas decidieron construir una declaración que con el correr de los días y de la jornada de ayer se fue armando: “Una de las ideas que teníamos es la construcción del manifiesto, donde se han ido completando las frases: ´El Caracol es…´; ´Las Magdalenas son…´; ´Ser lesbiana y abortera es…´. A través de Facebook la gente fue poniendo cosas y la idea es que pongamos todo en común y quien llegue y quiera escribir se agrega a la construcción final”, detalla Nicolás Ameri, uno de los fundadores del Caracol.
Resignificación del mural
Con respecto a la obra de arte que ocupa el frente del centro cultural y que fue arruinada por alguien, a lo largo de la jornada se fue dándole una nueva vida al mural: “La idea de la restauración es no pintarlo por arriba y hacer como que acá no pasó nada, sino que de alguna manera queremos resignificar lo que nos escribieron. Van a quedar con otro sentido, como un testimonio de que esas cosas pasan, de que en Madryn este machismo intolerante, lesbófobo, existe, que se vea lo que pasó, pero que vean qué pensamos nosotros de esto”, dijo Ana Mariel Weinstock, integrante de Magdalenas.

El autor de las pintadas

El escrache que se hizo en la puerta del Caracol, se dio en el marco de una “pelea” mediática entre Magdalenas y el dueño de la Fundación Ceferino Namuncurá, Carlos Merino. El tema del aborto, que fue sacado a la luz por el colectivo feminista, no fue bien recibido por Merino quien desde su espacio radial criticó duramente a Magdalenas por sus dichos. Sobre la autoría del hecho, desde el colectivo dicen que “es imposible saber quién fue, pero hubo un contexto, una seguidilla donde nosotros pusimos el tema del aborto a discusión en el espacio público. No son casuales, aparecen porque evidentemente el tema, mientras no se hablaba, no molestaba. Se empezó a hablar y se ve que algunos se sintieron molestos y no visualizaron otra forma de expresarse que de esta manera, escrachando el mejor mural de la ciudad, en el Centro Cultural Caracol, donde Las Magdalenas somos uno de los colectivos que trabaja acá”.

El “agradecimiento” a Merino

Irónicamente, desde Magdalenas eligen agradecer al presidente de la Fundación Namuncurá el hecho de haberlas criticado, ya que a partir de este hecho, tanto el colectivo feminista, como el Centro Cultural Caracol, se vieron respaldados fuertemente por una gran parte de la sociedad: “A nosotros no nos preocupa Merino, de hecho nosotros le agradecimos esta burla pública que hizo, este abuso de poder que hizo él desde un medio, porque a nosotros estas agresiones nos fortaleció y nos permitió ver un montón de solidaridad que no conocíamos. Lo que más nos interesa es que se hable del tema, que aborto no sea una palabra que genere miedo, que sea algo terrible, porque es algo que pasa y que hay que conversarlo, con el respeto y el nivel que siempre nosotros abordamos este tema”, dice Weinstock, mientras que Mariana Villani agrega que “este ataque es contra una forma de hacer la cultura, es ideológico. No es sólo contra Las Magdalenas, es contra un ideal de sociedad, horizontal, autónoma, equitativa”.

Destacar a la Fundación Namuncurá
Hay un tema que desde Magdalenas quieren destacar, y que fue en algunos casos mal entendido por algunos medios de comunicación, que es el hecho de rescatar el hecho de rescatar el trabajo que realiza la Fundación Ceferino Namuncurá: “Nosotras en ningún momento promovimos ni queremos promover una campaña contra la Fundación Ceferino Namuncurá. Nosotras nos indignamos por las declaraciones del señor Carlos Merino que da la casualidad de que es el presidente de la Fundación. Respetamos a todas las personas que trabajan en la Namuncurá y el trabajo que hacen, porque la respuesta que recibimos fue el currículum de la Fundación y eso no quita la verborragia incontrolable del señor Merino que nos insultó y nos degradó públicamente. La Fundación es una cosa y nosotros respetamos a todas las personas que allí trabajan, de hecho tenemos compañeros que forman parte de la Fundación”.

ÚLTIMAS NOTICIAS