Las confesiones del “Cura”

Hay quienes dicen que no podía ser de otro modo. Ayer “cayó el ´Cura´ y vaya a saber a quienes más arrastrará”, razonó meditabundo un conocedor de los entramados policiales, que al parecer maneja más dato del que traduce. Según ese razonamiento, la detención que realizó la Policía Federal del dueño de Poseidón y Alpesca, Omar “Cura” Segundo, se esperaba, y era sólo cuestión de días. De hecho, no habría sido casual ni la reprogramación de un vuelo de Andes que terminó arribando a primera hora de la mañana, oportunidad en que el empresario con los primeros destellos del sol y sin tanto público, fue directamente esposado y subido a un patrullero ni bien tocó tierra madrynense.

En el fondo, lo que dejan trascender los expertos en estos operativos sobre esta historia increíble, donde se tardó cuatro meses y siete días en vincular al hombre en cuyas cámaras aparecieron más de 115 kilos de cocaína de máxima pureza, es que la imputación se dio después de un minucioso trabajo de inteligencia y sobre todo de “recibir” datos, de esos “amigos” que dejan de serlo, ni bien las cosas se ponen feas.
Tuvo que ser precisamente el día de la “lealtad” cuando el ´capanga´ portuario que supo hacer envidiables negocios “con yuyo” hasta llegar a tener cinco empresas, o gran parte de ellas (Poseidón, Alpesca, Consermar, Socia y presuntamente Meibar), termine prontuariado e imputado por cómplice como “almacenador de drogas” en uno de los casos de narcotráfico más resonante que rosaron la fama de todo el sector pesquero de Chubut y del puerto de Madryn.
Con él, ya fue detenido Salvador Pennisi, quien figura como presidente de Poseidón, y habría otras tres órdenes de detenciones dando vuelta, e incluso uno de los investigados, estaría prófugo con último destino conocido hacia Buenos Aires.
Cuanto de inocencia o de culpabilidad tienen quienes ahora están detenidos se sabrá con el correr de esta causa, en que en principio el más básico sentido común ya indica que a nadie le entran cien kilos de cocaína a su casa sin que se entere, señalan los expertos en narco operativos de envergadura. “Si te la plantan no van a quemar tanto..”, parafrasean.

Decisión tomada

Para que se de este desenlace ahora, actuó directamente la Policía Federal. Un par de días antes, se dice que la AFIP realizó una minuciosa requisa en Alpesca. La Prefectura habría impedido la salida de alguno de sus barcos por cuestiones de papeleo irregular, y la Policía de la Provincia, parte de la cual fue duramente cuestionada en Madryn luego del narco hallazgo de junio, fue directamente dejada de lado en las detenciones de ayer.
A todas luces la “bajada nacional” fue evidente. Un búmeran que volvió a la Provincia y que amaga con llevarse puestos a varios renombrados, luego del estruendoso operativo que montó Lanata desde PPT con eje en el “Cura” Segundo, tratando de salpicar capciosamente al Gobierno Nacional y puntualmente al ministro Norberto Yauhar como máxima autoridad pesquera.
Desde ese entonces la Nación no para de recordar que pese a las injerencias jurisdiccionales últimas, la administración de la actividad es absoluta responsabilidad del Estado Provincial. Además, Yauhar prendió el ventilador hace rato y recordó como fue Mario Das Neves y Hugo Stecconi quienes legitimaron la venta de Poseidón, en épocas de la intendencia de Carlos Eliceche. El agroministro suele recordar profusamente como él ha venido advirtiendo públicamente sobre los ingresos y egresos de camiones con pescado de la provincia, que esta vez, terminaron descubriendo que trajeron algo más que langostinos.
Esta semana, durante su paso por Puerto Madryn, a quienes tuvieron la oportunidad de caminar su itinerario no les pasó desapercibido que el funcionario debió soportar con seño circunspecto como sus carteles de campaña fueron literalmente cargados con “tintas ajenas”. No se descarta que ese haya sido el instante crucial donde habría madurado la decisión de ir a fondo con el esclarecimiento de este caso afrenta, más allá incluso de los resultados de las próximas elecciones. Un tema con el que la “banca” provincial habría especulado arteramente, dicen.
Cómo si faltaran datos, la Nación se ocupó de remarcar una y otra vez que le preocupaba el destino de los empleados de Alpesca, pero de modo alguno tenía nada que ver con la negociación de venta en la que se metió en su momento el Gobierno Provincial ni tampoco en la decisión del salvataje económico que se decidió dar a Segundo, a pesar de todo el caso que rodeaba al empresario. Más que sintomático fue ayer el silencio de radio que sobre este caso mantuvo Fontana 50.
Líneas y entrelíneas que además sobrevuelan viejas vendettas políticas, que se comenzaron a reeditar de un plumazo.

Se abrieron las aguas

Si alguien creía que el 10 de junio pasó sin pena ni gloria, se equivocó. La fecha marcó un antes y un después en el resbaloso negocio de la pesca y las exportaciones, de los negocio fáciles y de los enriquecimientos inexplicables en Puerto Madryn. La evidencia inapelable de los 115 kilos de droga descubiertas “por casualidad” en las cámaras del “Cura”, con aparente batida y oportuna intervención del Senasa, marca algunas coordenadas de quienes están adentro y quienes afuera del marco de sospecha. Con el hecho consumado que no hizo más que refrendar al siempre sabio rumor, se puso en crisis todo un andamiaje de relaciones y manejos.
Dicen que hay una larga lista de vínculos a analizar y que ocasionaría un profuso trabajo al Juzgado Federal que regentea Hugo Sastre, para deshilvanar esta trama de ilícito con forma de elefante blanco. Celulares intervenidos y secuestrados, proveedores de todo tipo, amigos, conocidos, contactos furtivos, mensajes simples y otros más interesantes. Cambios de fotos en los perfiles que podrían significar señales encriptadas advirtiendo algo… Verdades y mentiras, realidades e imaginarios. El interrogante es ahora ¿cuánto de lo que pase a partir de esta detención será deducido por la Justicia, y cuánto será producto de las confesiones de un “Cura” harto de traiciones? Toda una paradoja en el día de la lealtad. Habrá que ver…